¿Alguna vez has pensado cómo sería el panorama musical español sin los concursantes de OT? Yo sí, y no me gusta
Este reality musical, que cada vez tiene más de lo primero y menos de lo segundo, nos ha dejado artistas que han marcado la música española —y otros que lo seguirán haciendo—. Si no me crees, pregúntaselo a los 55 mil asistentes al concierto de Manuel Carrasco en el Wanda Metropolitano. O a las seis millones de copias vendidas a nivel mundial de David Bisbal. O puedes hablar con Pablo López, Chenoa o Aitana, que a sus 20 años ha perdido la cuenta de cuántos discos de platino lleva.
Aunque los nombres anteriores tienen escrita la palabra “éxito” en la frente, este artículo pretende agrupar a los artistas de la nueva generación de Operación Triunfo que demuestran que el programa sigue mereciendo la pena a pesar de todas las polémicas. Los últimos castings, con vistas a encontrar perfiles televisivos, han tenido varios aciertos a los que incluso los más reticentes a escuchar cualquier cosa con el rastro de OT deberían dar una oportunidad.
Los sonidos más alejados del mainstream
Sería un delito no empezar este apartado con Amaia, la ganadora de OT 2017. La fama, el dinero y las presiones no impidieron que siguiera su camino y publicara uno de los mejores discos de 2019: Pero no pasa nada. Muy lejos de buscar un éxito insólito, Amaia fue sincera consigo misma posicionándose como una de las artistas más importantes del indie español con un arte muy cuidado. Pero Alba Reche no se ha quedado atrás. Su quimera te envuelve en un mundo mitológico ambientado en la cruda realidad con una mezcla de piano, guitarra y sonidos electrónicos cercanos al R&B. Las dos artistas y su buena mano con las letras han apostado por la innovación, y habrá que estar pendientes de sus próximos trabajos.
Otras dos mujeres de la edición de 2018 también sorprendieron con sus proyectos. Natalia Lacunza ha publicado dos EPs muy diferentes marcando su propia evolución como artista. El primero, Otras alas, la ilustró como una versión española de Billie Eilish o Melanie Martínez, aunque los tres minutos de Nana triste se desmarcaron de estas influencias y dejaron con los ojos —y los oídos— abiertos a millones de personas. En cambio, el segundo disco es más experimental y tiene joyas como olvídate de mí o ya te vas. Perdernos a Natalia hubiera sido un gran error, pero también a Sabela. Aunque no alcanza las cifras de los tres perfiles anteriores, canciones como El paso o la gallega Nai reflejan una versión pop muy personal como resultado de un trabajo bien hecho.
Y no puedo hablar de música alejada del mainstream sin mencionar la arriesgada apuesta de Agoney. Black es una dura crítica a la hipocresía imperante de la sociedad y un drama a nivel musical. Con una base potente sin perder la delicadeza y unos coros profundamente épicos, el canario trae a España sonidos que no estamos acostumbrados a escuchar, como ya adelantó con Quizás y continuará con Libertad, su futuro álbum.
Los herederos de la marca España
La música de algunos nuevos talentos de Operación Triunfo recuerda a míticos artistas de la escena española. Todo indicaba que Miriam Rodríguez sería la sucesora de Malú o Vanesa Martín, pero con dos álbumes ha creado un estilo propio y renovador del pop rock nacional. Aunque sus composiciones en inglés no terminan de convencer, otras como Hay algo en mí o No sé quién soy son totalmente desgarradoras. Por otro lado, Alfred García se erige como el Leiva catalán e innovador. Durante su paso por el concurso, la audiencia fue testigo del amor que siente por la música en todas sus vertientes. Y así lo refuerza su álbum al completo, 1016, desde el himno De la tierra hasta marte a la preciosa colaboración con Carlos Sadness, No cuentes conmigo.
Sin salir de Cataluña, nos encontramos con el fiestero Miki Núñez. Parece imposible no relacionarle con La Pegatina y su cantante Adrià Salas, quien compuso su compañera en Eurovisión. Pero el triunfito es mucho más que un mero parecido. Miki ha creado un sello personal marcado por Escriurem y la confinada Me vale que da y dará mucho que hablar en España. Para subir la intensidad tenemos a Raoul Vázquez, del que esperamos baladas igual de potentes que su primera y única canción en el mercado, Estaré ahí.
Pero no todas las demostraciones de que Operación Triunfo vale la pena entran en alguno de los dos apartados anteriores. Entre medias se sitúa Lola Índigo, el proyecto de la última clasificada de 2017 que ha sorprendido a toda España con la combinación de baile y música urbana. No son pocos los aciertos que ha tenido en videoclips y colaboraciones, pero los más destacados son Ya no quiero ná, Mujer bruja y Maldición.
Estas líneas no hacen verdadera justicia a los 10 artistas mencionados, que podéis escuchar y disfrutar en esta playlist de Spotify o en su lista de reproducción homónima en YouTube. Seguro que si dejas los prejuicios a un lado te llevarás más de una sorpresa, aunque sigas negándote a ver el puñetero reality show.
Un pensamiento en “‘Operación Triunfo’ merece la pena por estos 10 artistas”