Lo sucedido en Madrid con el colapso de las carreteras no es un caso aislado. Justamente el 7 de enero de 2018 se produjo en la autopista AP-6, a la altura de Segovia, un suceso similar que dejó atrapados a unos 3.000 conductores que llegaron a estar hasta 18 horas en sus coches.
Si bien es cierto que, si se compara el caso del colapso que ha tenido lugar en Madrid este mes de enero y el otro suceso, no son equiparables las condiciones en las que los ocupantes de los vehículos han tenido que esperar. En Madrid, al haberse producido los atascos en carreteras habitadas, no es lo mismo que cuando sucedió en la AP-6, dado que en Castilla y León entre población y población hay una gran extensión de campo en la que no hay nada y los servicios de emergencias o la ayuda tardaría más y tendría un acceso más complejo.
Sin embargo, no está de más recordar cuáles son las recomendaciones que se deben seguir en estos casos en los que se prevén condiciones meteorológicas muy adversas con temporales de bastante frío y, en este caso, de acumulación de nieve, especialmente, en viajes largos por carretera. Es lógico que mucha gente que acude a sus puestos de trabajo día a día no cuente con un colapso de tal magnitud a su regreso, aunque se ha comprobado que no es imposible que suceda.
Revisar el vehículo
Esta es una medida que se debe llevar a cabo siempre antes de un viaje largo. No importa si es invierno o verano y si la meteorología va a ser favorable o adversa. Siempre se debe revisar el vehículo para evitar posibles sustos, detectar fallos aparentemente invisibles y, de esa forma, aumentar el nivel de seguridad en el que se realizará el viaje.
En el caso de meteorología con nieve, se debe también revisar con un poco más de detalle el funcionamiento correcto del limpiaparabrisas y es mejor emplear líquido anticongelante en lugar de uno convencional para evitar que se cree hielo. También es importante el líquido refrigerante en este caso porque favorece a que el motor no se sobrecaliente y a que tampoco se congele. Por otro lado, es vital salir con el depósito totalmente lleno porque, si existe un atasco, estaremos algo más seguros de que, una vez se solucione, podremos continuar con la circulación y se podrá encender la calefacción.
Comprobar el estado de las ruedas
Las ruedas son esenciales a la hora de sujetar el vehículo al asfalto. Estas vienen a ser como el calzado de una persona. Si los neumáticos están demasiado desgastados o con presión inadecuada, el automóvil puede no tener suficiente agarre y tardar mucho en frenar o, si hay hielo o nieve, provocar un deslizamiento por la calzada. Tampoco hay que olvidarse de la rueda de repuesto o el kit antipinchazos.
Si se va a una zona donde se prevé que pueda haber zonas heladas o nieve se pueden emplear neumáticos de invierno. El diseño de este tipo de ruedas favorece el agarre y la evacuación del agua, además de dar opción a la instalación de clavos que aumentan la adherencia y, con algunos modelos de ellas, no es necesario el uso de cadenas.
Llevar cadenas
Si sales a la carretera y el parte meteorológico da probabilidad de nieve o hielo, no te la juegues, lleva unas cadenas en el maletero. Como se comentaba antes, es cierto que con algunas ruedas de invierno no es necesario su uso (llevan en el lateral un símbolo con forma de montaña de tres picos y el símbolo de hielo), pero con otras sí. Además, no siempre se tienen instalados neumáticos de este tipo porque puede que no sean rentables y, en ese caso, la solución más económica y sencilla es el empleo de cadenas.
Hay cuatro tipos de cadenas, pero las más conocidas son las de eslabones metálicos y las de tela, a las que también se conoce como de calcetín. Aunque su colocación es más engorrosa, las más eficaces en hielo y nieve son las de eslabones, ya que las de calcetín pierden eficacia cuando hay mucha nieve y, si hay tramos de asfalto despejado y mantenemos la circulación con ellas, se pueden romper. Además, tampoco se recomienda el uso de estas últimas durante muchos kilómetros, sino solo en situaciones temporales. Mucha gente tampoco sabe cómo colocarlas, así que a continuación te dejamos un par de vídeos para que aprendas a hacerlo, ya que, con la explicación visual, seguro que lo entiendes mucho mejor.
Otras medidas que pueden resultar muy útiles
Conducir con marchas largas o no pasar sobre las huellas de otro vehículo favorece a la adherencia del automóvil. Este último punto es bastante importante porque se puede generar hielo sobre las marcas generadas en la calzada.
En cuanto a utensilios, también se pueden llevar guantes y productos especiales para limpiar el parabrisas sin dañarlo o sal de carretera que, vertida sobre las ruedas motrices, las limpia facilitando que se pueda continuar con el camino. Además, las linternas suelen ser útiles, sobre todo por la noche y en caso de avería. Del mismo modo, llevar calcetines, botas de agua, guantes o gorros resultaría útil en caso de mojarse con la nieve o el hielo o, si se produce un atasco, para proteger del frío algunas zonas del cuerpo.
Una manta o ropa de abrigo es bastante conveniente en este último caso comentado, al igual que llevar algo de provisiones (un bocadillo, algún tentempié…) y agua o un cargador de móvil para el coche para que, de esta forma, no se pase frío, hambre, sed o te quedes completamente incomunicado. Y, por último, pero extremadamente importante, medicinas si se precisa de ellas.