Tras año y medio de espera, Prime Video ha estrenado la segunda temporada de The Wilds — Sin spoilers
Os traemos nuestra reseña de esta esperada segunda temporada de la producción de Sarah Streicher, uno de los fenómenos de Prime Video en 2020 que llega más madura, pero también más lenta. Esta especie de Lost adolescente donde un grupo de chicas tiene que sobrevivir en una isla desierta y que, sin saberlo, forman parte un experimento social llamado “El amanecer de Eva” vuelve esta temporada con una nueva isla, nuevos personajes y un nuevo experimento: el “Crepúsculo de Adán”.
Apuesta por la complejidad
Mientras que la primera temporada de The Wilds seguía una estructura simple y eficaz, entremezclando el pasado de las protagonistas, el presente en la isla y el futuro tras ser “rescatadas”; en esta segunda entrega todo se complica: no es fácil incluir ocho personajes nuevos y querer darles a todos el tiempo que se merecen. El mayor reto de The Wilds quizá sea la gran apuesta por personajes complejos, alejados de clichés. Pese a que eso es algo bueno, no contar con el tiempo suficiente puede hacer todo mucho más complicado: ahora hay ocho nuevas historias que contar, pero también ocho historias que continuar.
Kirin (Charles Alexander), Rafael (Zack Calderon), Josh (Nicholas Coombe), Seth (Alex Fitzalan), Ivan (Miles Gutierrez-Riley), Henry (Aidan Laprete), Bo (Tanner Rook) y Scotty (Reed Shannon) tendrán que demostrar su instinto de supervivencia, pero algo sale mal en mitad del experimento. La violencia de ocho adolescentes abandonados en una isla se irá haciendo palpable a medida que avanzan los episodios. Harán avances antes que nuestras chicas, pero también deberán enfrentarse a dilemas que nunca podrían haber imaginado.
Un puente a la temporada 3
La propuesta de The Wilds es arriesgada, pues no logra que el espectador se llegue a involucrar tanto con el grupo masculino como hizo con las chicas. Quizá sea por el corto tiempo para explicar sus vidas pasadas, o quizá porque nuestro foco de atención no deja de estar continuamente en la isla femenina.
En conclusión, pese a su premisa interesante y un buen comienzo de temporada, el desarrollo es demasiado precipitado y habría necesitado varios episodios más para no dejar esa sensación de ir a matacaballo. Esta segunda temporada deja mucho que desear y en el final podemos ver que es una mera transición para la temporada que está por llegar. Cuando terminas, te quedas con la misma sensación que al terminar la primera temporada: no sientes que hayan dado muchas respuestas, sino que han creado más preguntas.
Es una pena que The Wilds pueda convertirse en una de esas series que se ven por conocer el final y no por disfrutar del camino. Es una serie muy cuidada, tanto en la estética como en el desarrollo de los personajes. Esperemos que la tercera temporada remonte y haga que esta segunda solo haya sido una “transición” y que merezca la pena esperar por la siguiente.