Una 30.ª edición con cambio de nombre, más de 110 películas y un Premio de Honor al director Ira Sachs
El Festival Internacional de Cine LGBTIAQ+ de Madrid llega a su 30.ª edición con un cambio de nombre: LesGaiCineMad pasa a ser QueerCineMad para ejemplificar su compromiso con la diversidad del colectivo. Entre numeroses voluntaries, más de 110 películas y 20 sedes, el festival ha tenido lugar del 11 al 23 de noviembre de 2025 con un gran Premio de Honor a Ira Sachs, el cineasta estadounidense conocido por cintas como Keep the Lights On (2012) o El amor es extraño (2014).
QueerCineMad también ha premiado con su Premio + Talento Queer Emergente a la cineasta y actriz española Alex de la Croix, de quien se ha programado el cortometraje Domingo de gramos. Durante todas las proyecciones, el público ha podido ver cortos y largometrajes de temática queer de estreno y provenientes de grandes festivales como la Berlinale (Sueños en Oslo; Lesbian Space Princess; Janine Moves to the Country; Queerpanorama), Cannes (La hija pequeña; Drunken Noodles), Zinemaldia (La misteriosa mirada del flamenco; Jone, a veces), Sundance (Cactus Pears; Sauna; Incógnito; Llueve sobre Babel) o el Festival de Venecia (En el camino).
A continuación, en Discordia Magazine presentamos un top con 20 películas del QueerCineMad 2025 (también disponible en Letterboxd).
20. Apenas Coisas Boas, de Daniel Nolasco (Sección Disidente)
La soledad gay y cómo esta afecta a las relaciones sexoafectivas son dos de los temas más recurrentes en la presente edición del QueerCineMad. En este caso, la cinta brasileña de Daniel Nolasco indaga en este asunto mezclando lo onírico con lo erótico, pero sin encontrar el equilibrio. No siempre están justificadas las imágenes explícitas, algunos elementos fantásticos rompen con las normas del resto de la película, el diálogo epifánico del filme está sobrescrito…

19. Tesis sobre una domesticación, de Javier Van De Couter (Sección Oficial)
Se trata de la adaptación del libro homónimo de Camila Sosa Villada, la actriz protagonista que también participa en el guion. La obra, de producción argentina, abre muchas dimensiones: ser trans y de clase alta, alejarse de la comunidad de apoyo, ser madre, haber sido trabajadora sexual… Sin embargo, la película castiga demasiado a su personaje con un exceso de escenas de sexo que subrayan un trauma del pasado. [Mejor interpretación a Camila Sosa Villada]

18. Nicola, de Pablo Terrazas (Sección Documental)
El cineasta boliviano Pablo Terrazas rueda un documental sobre la ‘salida del armario’ de un hombre adulto y con hijos. A pesar de la particularidad de su historia, la narración resulta convencional a nivel cinematográfico y poco profunda en cuanto a la paternidad de Nicola.

17. Llueve sobre Babel, de Gala del Sol (Sección Disidente)
Una película provocadora, futurista, original y que representa lo queer como defensa de la identidad. La cineasta hispano-colombiana compone una historia coral con un guion que cae en subrayados.

16. Sauna, de Mathias Broe (Sección Oficial)
De nuevo, esta película danesa captura el sexo como única salida posible a la soledad gay. Su relación entre dos jóvenes, uno cis y otro trans, encuentra complejidad en la búsqueda del amor romántico y en el desarrollo del protagonista, pero se encierra demasiado en un guion que no fluye y que deja poco espacio a lo visual. Recurre en exceso a monólogos dramáticos cuando sus mejores escenas están invadidas por el silencio —como el recuerdo del pasado o la última secuencia en la sauna—. [Mención especial a los actores, Magnus Juhl Andersen y Nina Rask]

15. Outerlands, de Elena Oxman (Sección Oficial)
Esta cinta estadounidense crea una tierna relación entre le protagoniste y la hija de su amante para indagar en su sentimiento compartido de soledad y abandono. A pesar de su buen pulso dramático, resulta convencional y demasiado planificada en su retrato de la infancia queer —véase el final—. Incluso el paralelismo de la trama con el videojuego que da nombre al filme resulta obvio.

14. Janine Moves to the Country, de Jan Eilhardt (Cine Disidente)
Un retrato personal y dual entre una persona trans que regresa a su pueblo —inspirada en la propia cineasta— y su vecino. Trata la necesidad de sentir deseo y validación con una aproximación interesante desde los bordes de sus ventanas, aunque algunas imágenes con la pantalla partida resultan demasiado evidentes a la hora de plantear la dicotomía entre ambos personajes. De producción alemana, se aleja del realismo para presentar la otredad y la discriminación queer entre lo hiperbólico y la “poesía punk”, como define Eilhardt.

13. En el camino, de David Pablos (Proyecciones especiales)
A partir del sexo explícito y de una estructura de road movie, este filme mexicano indaga en los efectos de la homofobia familiar con la diferencia de edad en primer plano. Las imágenes del pasado persiguen al protagonista durante todo el metraje, hasta que todo el conflicto creado se resuelve de golpe con un monólogo en voz en off. La relación entre ambos protagonistas resulta interesante por su juego de poder y su sincera conexión emocional, pero su historia de sexo-drogas-mafia-masculinidad requería de una mayor simbiosis entre el relato y lo visual.

12. Álbum de familia, de Laura Casabé (Sección Documental)
El segundo documental de la lista aborda la inmortalidad del activismo y de la unión política-personal entre un grupo de travestis, siempre desde un nexo de unión: la figura de Claudia Pía Baudracco. Su colección de imágenes, estáticas y en movimiento, muestra la represión y una forma de vida colectiva con material del pasado y del presente que busca honrar el legado de la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina (ATTTA).

11. La hija pequeña, de Hafsia Herzi (Sección Oficial)
Sin alardes estéticos, esta película francesa muestra la evolución personal de una joven lesbiana hacia su propia aceptación. Abarca tantos temas que termina cayendo en lugares comunes de forma algo melodramática: discurso religioso, desamor, homofobia interiorizada, sexo como forma de evasión, pancartas en manifestaciones, salud mental… Además, la cámara en mano apenas apuesta por salirse del seguimiento de la acción para proponer imágenes reveladoras. [Mejor dirección]

10. Lesbian Space Princess, de Emma Hough Hobbs y Leela Varghese (Sección Oficial)
Una comedia australiana, animada y de ciencia ficción; toda una rareza dentro del cine queer. A través de su aventura espacial, se suceden las escenas humorísticas para narrar una historia con momentos hilarantes sobre la falta de autoestima, la dependencia emocional o la presión familiar. Su original universo mezcla humor y crítica social, pero termina cometiendo los mismos errores que denuncia. Aunque incluye une personaje no binarie y habla de ‘un terrorífico mundo cis’ fuera de Clitopolis, lo cierto es que su dicotomía entre vulva-divertida y pene-malévolo resulta un recurso tránsfobo. [Mejor guion (ex aequo) y Premio del público a Mejor largometraje de ficción]

9. Enzo, de Robin Campillo (Sección Oficial)
Esta otra cinta francesa del director de 120 latidos por minuto abre numerosas vías de interpretación, aunque su mayor acierto es el retrato de un adolescente de clase alta e influenciable que toma decisiones por la presión social (tener novia), por rebelión familiar (trabajo)… Es una búsqueda de la propia identidad desde el absoluto desconocimiento. Resulta interesante cómo representa la aceptación de la violencia, el acercamiento a la masculinidad o la tensión por el contacto físico entre hombres a través de uno de los personajes secundarios más interesantes del festival.

8. Queerpanorama, de Jun Li (Sección Disidente)
Una película hongkonesa sobre la soledad y la despersonalización a partir de la relación del protagonista con el sexo y las drogas. La depresión parece inundar la pantalla con planos en blanco y negro, generales, estáticos y prolongados.

7. Sandbag Dam, de Cejen Cernic (Sección Panorama)
Una cinta compacta que, si bien resulta emotiva y sensible, es poco innovadora a nivel temático: homofobia, entorno rural, juventud, familia represiva, autodescubrimiento, relación heterosexual frustrada… Sin embargo, la narración funciona e incluye simbolismos que le dan profundidad a la relación entre ambos protagonistas. Al igual que Elephant (Kamil Krawczycki, 2022), su producción destaca al pertenecer a tres países sin una filmografía queer demasiado prolífera: Croacia, Eslovenia y Lituania.

6. Cactus Pears, de Rohan Kanawade (Sección Oficial)
Qué sensibilidad la de esta ópera prima del cineasta indio. Aunque el primer tercio del metraje resulta algo denso, el conjunto aborda el peso de la tradición en la libertad sexual con buen pulso narrativo y cinematográfico. Los planos fijos dominan una película que, más que denunciar, señala las consecuencias de la inmutabilidad de los preceptos sociales a través de una tierna historia de amor, cuya tensión está representada con planos detalle y sonidos fuera de campo que no detienen a los personajes. El montaje solo rompe el estatismo de las imágenes en una secuencia onírica, donde un pequeño zoom marca la epifanía del protagonista ante la muerte de su padre.

5. Pillion, de Harry Lighton (Película sorpresa)
La película sorpresa del festival narra una historia de sumisión que va más allá de su aparente propuesta superficial. Protagonizada por Harry Melling y Alexander Skarsgård, la cinta británica ofrece una profunda mirada a las relaciones de poder desde la necesidad de afecto, la dependencia emocional y la glorificación del físico. Sin innovar en lo cinematográfico, su puesta en escena resulta coherente con lo narrado: el piano como vínculo, el fuera de campo como división física, el plano contraplano como desenlace…

4. Sueños en Oslo, de Dag Johan Haugerud (Sección Oficial)
Esta cinta noruega, ganadora del Oso de Oro en la Berlinale, narra un complejo drama lésbico en forma de disertación sobre el arte y el punto de vista. La cámara refleja cómo cambia el objeto de deseo según quien lo mire. Resulta intensa y divertida por momentos, y la omnipresencia de la voz en off es coherente y estimulante con su propuesta entre lo literario y lo cinematográfico. [Mejor película]

3. Incógnito, de Carmen Emmi (Sección Panorama)
“Un prometedor agente encubierto asignado para atraer y detener a hombres homosexuales desafía las órdenes de sus superiores cuando se enamora de un objetivo”. La idea de partida de esta producción estadounidense consigue un resultado interesante gracias al paulatino desarrollo del protagonista, que encarna la presión recibida desde la familia, la iglesia, el trabajo… Resulta original el uso de los formatos cinematográficos para dividir entre el presente, los recuerdos y el angustioso punto de vista del personaje. Funciona como romance, como drama personal, como reflejo de las heterogéneas experiencias queer y como búsqueda de relaciones más allá del sexo.

2. Perro perro, de Marco Berger (Proyecciones especiales)
Muy estimulante la nueva película del cineasta argentino Marco Berger, conocido por títulos como Plan B (2009), Hawaii (2013) o Taekwondo (2016). En este caso, Perro perro es una fábula en forma de metáfora sobre un mundo hermético y represivo hacia lo queer. Sus imágenes llegan a resultar apabullantes y la (imposible) relación protagonista va tomando forma con coherencia y sensibilidad.

1. La misteriosa mirada del flamenco, de Diego Céspedes (Sección Oficial, fuera de concurso)
Chile, años 80. Un grupo de travestis se reapropian de las leyendas urbanas sobre el sida como arma de autodefensa. “Al maricón no hay que mirar”. El humor y el drama social hacen de este wéstern queer un alegato complejo en contra de la marginalidad, la violencia sistemática y el olvido.

