Oh, ese gran misterio que es saber cocinar. Muchos pensaréis que existe algún tipo de don divino que por arte de magia te otorga la habilidad de que te salgan las cosas ricas, pero siento deciros que esto no es verdad. El único don que existe respecto a la cocina, en mi opinión y experiencia, es el de ser un completo desastre en ella, que ni siguiendo las recetas al pie de la letra te sale algo medianamente comestible.
Si eres una de estas personas desgraciadas con este don, no te preocupes, este artículo NO es para ti… ¿o sí? Me encantaría ver cómo lo intentas. Si por otra parte eres de los que son simplemente mediocres en esta disciplina, las recetas que presentaré a continuación podrán resultarte de lo más útiles.
Desde mi experiencia, la cocina no es un saber innato, es algo más bien empírico, porque no, nunca vas a aprender a cocinar mediante el método de observación de los programas del Arguiñano o los vídeos de Tasty que ves en Instagram o Facebook y guardas sabiendo que nunca los harás.
He de decir que los que no sabéis cocinar me dais pena, y por esta razón he decidido revelar algunos de mis secretos con vosotros, para que no seáis unos completos ineptos en la cocina. Hoy os traigo varias recetas, pero con un giro: son todas al microondas.
¿Por qué el microondas?
Primero, porque todavía no me fío de vosotros delante de una cocina de gas o una vitrocerámica. Y segundo y más importante: para que empecemos a apreciar el maravilloso e inigualable poder del microondas, que, spoiler, no solo sirve para calentar comida precocinada, el café o la pizza chiclosa que te comes de resaca.
El microondas fue inventado en los años 50 y hasta el día de hoy sigue rodeado de mitos y leyendas. Para que os quedéis más tranquilos, resumen:
- No da cáncer.
- No te explota la cabeza si te quedas mirando como se calienta el Cola Cao.
- No altera la comida, no destruye los alimentos y cocina los alimentos igual de bien que cualquier cocina convencional.
Única advertencia: cuidado, que quema. Todo lo que sale de este inocente electrodoméstico parece sacado de las profundidades del mismísimo infierno. Así que protección y precaución. Por favor, prosigamos. En este capítulo os traigo un día completo: desayuno, comida, merienda y cena.
Aviso: No todos los microondas calientan igual, así que si algo no te sale, intenta ajustar el tiempo.
1. Desayuno healthy de influencer real fooder
Avena, para los amigos. El desayuno de los ingleses por excelencia. La avena es una gran fuente de fibra y se caracteriza por ser un hidrato de carbono de absorción lenta, es decir, que llena mucho y durante bastante tiempo. Basta de tener hambre a la hora de haber desayunado esos ricos cereales compuestos por un 80% de azúcar y un 20% de almidón modificado. Lo mejor de esta receta es que es una receta base; esto significa que le podéis añadir los complementos que queráis para hacerla completamente a vuestro gusto. Yo os traigo mi favorita:
Necesitarás: 4 cucharadas de copos de avena, 8 cucharadas de leche (bebida vegetal o incluso agua), algún endulzante (azúcar, miel, sirope de agave…), canela o vainilla, gotitas de chocolate negro y un plátano.
El procedimiento es sencillo, junta todos los ingredientes en un bol (menos los dos últimos) y mételo 1:30 minutos al microondas. Después añade tus complementos y listo.
2. Mac n’ Cheese americano
También conocidos como los macarrones con queso derretido. Realmente esta receta sale mucho mejor en un cazo, pero es mucho más divertido y rápido experimentar con ella en el microondas.
Necesitarás: 2 cucharadas de pasta, 4 cucharadas de agua, 2 cucharadas de leche, un poco de sal y queso rallado.
Para cocer pasta en el microondas hay que tener un poco de paciencia y ojo. En una taza añade la pasta, la sal y el agua y mételo en el microondas de 2 en 2 minutos removiendo cada vez hasta que se cocine. Después añade la leche y el queso y mételo 30 segundos para que se derrita.
3. Bomba de chocolate vegana
Esta es la receta estrella. Hace unos años se pusieron de moda los mugcakes o bizcochos al microondas. Seguro que muchos los habéis probado y se os han quedado gomosos, se os han desbordado en el microondas, o estaban simplemente asquerosos. Esto se acabó: os presento la receta para los amantes del chocolate que os cambiará la vida. Además no lleva ni huevo ni leche.
Necesitarás: 4 cucharadas de harina, 2 cucharadas de azúcar, 2 cucharadas de cacao en polvo, un poquito de levadura, 8 cucharadas de bebida vegetal o agua y 2 cucharadas de aceite vegetal (girasol, coco).
En una taza van primero los ingredientes secos y después los líquidos, mezclamos muy bien para que no queden grumos y metemos 1 minuto al microondas. La idea es que el centro del bizcocho se quede líquido, como chocolate derretido. Hacedme caso, no os arrepentiréis.
4. Huevos escalfados
Sí, habéis leído bien. Os voy a enseñar a hacer al microondas una de las formas más difíciles de cocinar un huevo. Esa que a nadie le sale.
Necesitarás: Un huevo, un vaso con agua del tiempo, un chorrito de vinagre y un poco de sal.
En un vaso con agua se añade la sal y el vinagre ya continuación el huevo (sin cáscara, por favor) y sin remover nada lo ponemos en el microondas. Normalmente basta 1 minuto para que nuestro huevo esté en el punto perfecto, pero aquí debes echarle ojo. Otro buen indicador es que al final el huevo flote en el agua (a veces se queda un poco pegado al fondo, pero no pasa nada).
Y hasta aquí el primer capítulo de recetas para ineptos. Espero que intentéis recrear estas recetas y me contéis si os han salido, pero especialmente contadme si no os salen.
Desde luego si después de estos maravillosos consejos no somos capaces de sacarle rendimiento al microondas es que realmente la cocina no es lo nuestro.