Las series de animación cómicas cada vez son más visibles y se merecen el respeto que se les niega
Desde pruebas para dar movimiento a dibujos en el antiguo Egipto hasta el 3D generado por computadora, la animación ha estado muy presente en el entretenimiento de la sociedad y, sobre todo, en el cine y la televisión. Encontró su hueco en estos medios según fueron surgiendo y se adaptó a la evolución de ambos, que van de la mano. Lo malo es que la sociedad, inspirada por decisiones de productoras, encasilló la animación en algo que era solo para niños, cuando lo que hace grande a este formato —que no género— es que tiene espacio para todo el mundo.
La actriz de doblaje, guionista, directora, podcaster y youtuber Scarlew Harzac dice en su vídeo Sobre la animación que el problema de considerar a la animación un género es que la gente tiene una idea muy limitada sobre esta y que, por tanto, para la gente “ya no es nada más. No es comedia, no es wéstern, no es thriller, no es terror… es animación“. Y está en lo cierto. La animación no tiene límites, todo lo que se pueda imaginar cabe en este formato. Todos los géneros, ideas y mezclas posibles. Por eso, si en la animación hay sitio para todo este abanico de posibilidades, hay sitio para todas las edades y gustos.
Pero hay un género muy denostado, ya no solo en animación sino en cine y televisión en general: la comedia. Y es extraño, puesto que es uno de los géneros más consumidos por el gran público. Una respuesta fácil a esta diatriba sería decir que simplemente, en general, no nos tomamos en serio la comedia, pero la comedia no deja de ser el género más complicado de hacer. Pero llegó un momento en el que, con respecto a las series de animación cómicas, nació un término para dos motivos muy distintos. Ese término es series de animación para adultos, y sirve para “tomarse en serio” una serie de animación o para desmerecer el valor de dicha serie.
En este artículo no se va a desmerecer nada, sino que se va a tomar en serio la comedia de animación. Por eso mismo, y como el humor es algo muy personal y subjetivo, a continuación hay una lista de series de animación cómicas muy variadas y para todo tipo de gustos. Hay que destacar que es una lista un tanto disparatada —además, son todas estadounidenses y de este siglo—, pero no puede entrar todo porque sino el artículo sería eterno.
Para ampliar: Animes de la infancia, edición grandes olvidados
Moral Orel (2005-2009)
Dino Stamatopoulos, productor de Anomalisia (2015), se arriesgó con esta polémica serie que duró tres temporadas. Orel es un niño que intenta ir por el camino recto de Dios influenciado por su entorno social y familiar, que lo empujan a hacer uso de “dulces intolerancias” como el racismo y la homofobia. Satiriza las religiones —en particular, la cristiana— de manera oscura y voraz. Mediante la técnica de animación claymation —stop motion con plastilina— y con guiones de lo más ofensivos, Moral Orel deja en evidencia la hipocresía de las religiones, pero sobre todo de los seres humanos, teniendo estos en muchos casos una cara oculta de lo más turbia.
¡La serie de Cuphead! (2022)
Creada por David Wasson y basada en el videojuego de Chad y Jared Moldenhauer, sigue las alocadas y evitables aventuras de los hermanos Cuphead y Mugman. Emula el aspecto de la animación más clásica y de los diseños de personajes y espacios de los cortos de animación de Disney más lúgubres. Frenética y fresca desde su ritmo hasta sus tramas, logra ser entrañable y divertida para toda la familia. Además, los capítulos duran solo entre 10 y 12 minutos. Es fácil de ver y rápida de consumir. Se dice de ella que peca de infantil en comparación con el videojuego, pero realmente es un producto propio y muy estilizado que se aleja de su origen para crear algo nuevo. [Netflix]
Hoops (2020)
Creada y escrita por el humorista Ben Hoffman, que explota su estilo humorístico volcándose a sí mismo —pero el triple de exagerado— en el protagonista, un entrenador de un equipo de baloncesto de instituto. Él es un irrespetuoso y fracasado hijo de una estrella del deporte. Hace todo lo posible —legal o no— para que su terrible equipo gane y se haga un hueco en ligas importantes. La crítica ha vapuleado bastante esta serie. Si bien es cierto que no es una obra excelente ni tiene un nivel alto de comedia, llega a lugares interesantes para enfocar de manera graciosa el fracaso y la irreverencia. Muy decente para lo indecente que es en forma y fondo. [Netflix]
Paradise Police (2018-hoy)
Serie creada por Roger Black y Waco O’Guin. En una especie de trasunto del “paraíso” de los Estados Unidos, Paradise es el lugar donde confluye toda la mugre del nombrado país. Como una suerte de Maine de Stephen King, pero lleno de perversión y obscenidad. La serie sigue las desventuras del departamento de policía de Paradise, con una variedad de peculiares personajes que deja sin aliento. No está hecha para agradar; de hecho, todo lo contrario. Está hecha a medida para que con cada gag o línea de diálogo uno se eche las manos a la cabeza. Cuando el espectador crea que los capítulos empiezan a tener algo de sentido, estará muy alejado de la realidad. Disparatada es la palabra que la define. [Netflix]
Final Space (2018-2021)
Gamberra y tierna serie creada por Olan Rogers y David Sacks. Centra sus tramas en vínculos y las edifica en base a estos. Hace que el público se encariñe con los personajes y sienta que forma parte del equipo que poco a poco se va formando. El espectador que se decida a verla disfrutará de las aventuras —excelentemente ejecutadas—, pero también del viaje emocional de sus personajes. Porque la comedia no está reñida con el drama, la acción y la emotividad. [Netflix y Movistar Plus+]
F is for Family (2015-2021)
Creada por el humorista Bill Burr y Michael Price. F is for Family recorre, a lo largo de cinco maravillosas temporadas, la evolución interna de una familia de clase media en los Estados Unidos de los 80. Pone en tela de juicio comportamientos intolerantes de entonces que continúan incluso a día de hoy. Pero no lo hace desde el presentismo, sino a través de las acciones y situaciones de sus personajes dentro de su contexto. Sin miedo a meterse en charcos profundos, la serie engancha y resulta divertida de principio a fin. Aspectos complejos con respecto a familia, amistad y sociedad se ven tratados con muy buena mano y una animación sencilla pero impecable. [Netflix]
Ultrasecretos (2021)
Creada por los famosos Alex Hirsch (Los Mitchell contra las máquinas, 2021) y Shion Takeuchi, guionista de Historias corrientes, Gravity Falls y (Des)encanto. Inside Job —que así se llama en inglés— funciona con un humor simple pero bien planteado. Reagan es una genio asocial que trabaja en la empresa de conspiraciones que le hace competencia a los Illuminati. Critica con fiereza la capacidad absurdamente crédula del ser humano. Personajes histriónicos y sucesos fuera de lo común son el gancho perfecto con el que la serie te mantiene enganchado. Y se apoya en guiños constantes a los conspiranoicos del mundo. Una rara avis que ha pasado desapercibida. [Netflix]
Bob’s Burgers (2011-hoy)
Creada por Loren Bouchard y Jim Dauterive, productor y guionista de El rey de la colina (1997-2010). Los Belcher son una familia disfuncional que llevan una hamburguesería cutre situada al lado de un crematorio. Desde los protagonistas hasta los secundarios, todos los personajes tienen un mundo interior tan rico que siempre tienen algo que contar o algo que vivir. Y en cuanto a la familia protagonista, lo que les une no es otra cosa que el amor, en un tono siempre humorístico, pero amor al fin y al cabo. Una serie genuinamente inteligente y bien encauzada a lo largo de los años. Se tiene prevista una película de esta serie en 2022 que esperemos sea igual de buena que lo es la serie. [Disney+]
Ugly Americans (2010-2012)
Creada por Devin Clark y David M. Stern, que trabajó en Los Simpson en los 90. Ugly Americans es una de las mejores comedias de animación de la historia de la televisión. Ridiculiza el capitalismo en general y a los Estados Unidos en particular con la metáfora perfecta: un país con monstruos. Trata temas tan interesantes e importantes como la migración, el racismo, el complejo mundo laboral, las creencias, las diferencias sociales entre clases, etc. Y los trata de una forma tan imaginativa y divertida que no deja a nadie indiferente, aunque a día de hoy es muy difícil encontrarla de manera legal. Una serie brillante que se canceló por tener poca audiencia, pero que el tiempo le dio la razón y a día de hoy es una animación de culto.
Se quedan fuera series enormes como Rick y Morty, Los Simpson, Padre de Familia, South Park o Big Mouth porque son muy conocidas, y otras se quedan fuera por ser quizá café para muy cafeteros, como Daria, Mr. Pickles, Archer, Sanjay y Craig, Agallas, el perro cobarde o Más allá del jardín. Pero todas, todas merecen, ya no la pena, sino la risa que nos sacan. Desde la más desagradable hasta la más delicada, todas ofrecen su visión propia de la comedia a través de la animación, y eso hay que respetarlo siempre.