Nominado a mejor documental en los Óscar de este año y dirigido por el matrimonio indio de Suhmit Gosh y Rintu Thomas, la película ya disponible en Filmin sigue durante cuatro años los apasionantes pasos de las redactoras del primer y único periódico indio integrado por mujeres.
En la India, uno de los países más letales para ejercer el periodismo, en el estado de Uttar Pradesh, uno de los más políticamente importantes, nace en 2002 un periódico independiente que lucha contra todo lo establecido. Se trata de Khabar Lahariya, traducido como “Ola de noticias”, un medio compuesto íntegramente por mujeres dalit que lucha por hacerse eco.
El arraigado sistema de castas de la India divide a la sociedad en cuatro: sacerdotes, soldados, comerciantes y obreros. El sistema excluye deliberadamente a una quinta casta: los dalit, pobres y marginados. Su nombre se traduce como “intocables”, aunque Gandhi les dio otro nombre para borrar el significado de este: los llamó harijan, que significa “hijos de Dios”. Dentro de este grupo la peor parte se las llevan las mujeres harijan, las mismas que protagonizan este documental y que crearon la ola de periodismo que está comenzando a cambiar el país.
Escribiendo con fuego sigue en particular los pasos de tres periodistas: Meera Devi, la reportera jefe; Suneeta Prajapati, ambiciosa y trabajadora, y Shyamkali Devi, la más insegura que acabará por seguir el ritmo.
La era digital
El documental abarca en 90 minutos cuatro años de la vida de Khabar Lahariya desde que comienza a dar el salto a lo digital en 2016, tras 14 años de periodismo tradicional. A través de su canal de YouTube somos testigos de su crecimiento, pues actualmente cuenta con más de medio millón de personas suscritas.
En el amparo del miedo al mundo online, las dificultades se acumulan. Algunas mujeres no tienen ni siquiera electricidad en casa, por lo que no han sostenido nunca un teléfono móvil ni saben encenderlo. Al analfabetismo digital se suman complicaciones como aprender palabras básicas del inglés para gestionar el diario. La reportera Shyamkali Devi es de las que más dificultades tiene a la hora de seguir el ritmo a las demás. Sin emabrgo, gracias a este cambio el periódico tendrá una mayor repercusión, que a lo largo del documental se traduce en el aumento de las visualizaciones y los seguidores del canal de YouTube del periódico y su verdadero impacto en la sociedad india.
Las reporteras no escatiman en esfuerzo por conseguir entrevistas para preguntar lo que nadie pregunta e incluso sacar a relucir los crímenes de las mafias. Sus reportajes cubren la denuncia de casos de violación a mujeres harijan obviados por la policía, la visibilización de la precariedad en la salud pública e higiene… También logran llevar electricidad a lugares marginados y llegan incluso a hacerse hueco para cubrir las mayores elecciones nacionales de la historia de la India, en 2019.
Son mujeres
Parece fácil olvidar que el periódico más tenaz y riguroso de la India, el Khabar Lahariya, está compuesto por el grupo más marginado del país, lo que supone un riesgo aditivo al hecho de ser mujeres. Sufrirán la discriminación tanto en el trabajo como en su vida diaria, en cuestiones tan básicas como que la gente no quiere alquilar sus casas a una mujer periodista. En el propio documental vemos a las periodistas hacer una sección sobre el asesinato de la periodista Gauri Lankesh y sobre el riesgo que supone ser una mujer dentro del gremio.
Las trabajadoras del medio pretenden redefinir lo que significa ser poderoso. Algunas, como Meera, que se casó a los 14 años pero tuvo padres que apoyaron que estudiara, lo ven como un reto personal.
Un periodista significa ser un hombre de casta superior. Una mujer periodista dalit era impensable. En los últimos 14 años hemos cambiado esa percepción – Meera Devi.
Las periodistas que lo integran se ven obligadas a luchar contra su propia condición y contra las imposiciones del resto, desde las instituciones hasta sus propias familiar. Surge la lucha entre el exhaustivo trabajo periodístico, día y noche, y la conciliación familiar, que suscita recelos por parte de los padres y maridos. Otras, como Suneeta, deberán enfrentarse al dilema entre el matrimonio o su carrera. Como bien dicen en el documental, “todo el mundo quiere casarse con una chica con estudios pero no la dejan trabajar después del matrimonio”.
El marido de Meera considera que ella se debería centrar en las tareas domésticas y se opuso a que trabajara, pero nunca fue un obstáculo para la determinación de Meera. “No quería desperdiciar mi educación y también necesitábamos dinero. Gracias a mi trabajo pude hacer un máster en Ciencias Políticas. Y luego me gradué en Magisterio”, dice la redactora jefe de Khabar Lahariya. Otras compañeras suyas no han tenido la misma suerte. El marido de Shyamkali llegó a maltratarla porque trabajara y no estuviera en casa.
Las reporteras de Khabar Lahariya se mantienen estoicamente frente a la adversidad y las constantes amenazas. Dejando de lado el miedo, luchan por la democracia en un país inundado por la corrupción informativa e institucional. Abogan por la investigación de los crímenes contra mujeres y son la voz de los abandonados por las autoridades.
Las futuras generaciones nos dirán: “Cuando nuestro país estaba caminando con los medios silenciados, ¿qué hacíais vosotras?” Khabar puede decir con orgullo que hicimos que los poderosos rindieran cuentas. […] Hicimos de nuestro periodismo la voz de la democracia. No nos dejamos pisotear. Y seguimos sosteniendo un espejo para la sociedad – Meera Devi.
Escribiendo con fuego no deja en ningún momento de recordar el gran poder del periodismo. Constituye un emocionante relato de iniciativa, superación y crecimiento. Nos permite seguir la evolución y el impacto de uno de los periódicos más influyentes de la India, si no el que más. Gracias a su recorrido por los cuatro años desde el comienzo del salto digital hasta 2020, asistimos al apasionante crecimiento a nivel nacional de un periódico por el que ningún hombre, ni siquiera los maridos de las periodistas, apostaba.
Khabar Lahariya nos recuerda que el periodismo debe ir a contracorriente e incomodar, sin dejar atrás la satisfacción del impacto que puede tener. El rigor y el respeto detrás de Khabar Lahariya hace que recobremos la fe en el periodismo. Es un ejemplo y un recordatorio para el mundo entero.
Me parece un gran artículo. Estoy deseando ver el documental,