Cada película tiene su público y hasta condiciones concretas para ser disfrutadas. Es el caso de Os reviento, la última canallada dentro del cine de acción español
En la pasada edición del Festival de Sitges, el premio del público de la sección Midnight X-Treme se lo llevó Os reviento. Escrita y dirigida por Kike Narcea, cineasta detrás del famosísimo cortometraje ¡Tía, no te saltes el eje! (2006). Protagonizada por Mario Mayo, Diego Paris, Fabia Castro y con la participación de Antonio Mayans, Fernando Gil, Manuel Huedo y Javier Botet. La película cuenta un mal día en el que Gabriel ‘el Tarado’, un exboxeador que vive en una aldea retirada de la ciudad junto a su padre y su perro, tiene que resolver “a hostias” los problemas que le generan su hermano y los chanchullos de su padre.
No lo vamos a negar, si nos centramos en lo puramente técnico o estilístico, habría poco de donde rascar, más allá de referencias a Airbag (Juanma Bajo Ulloa, 1997), a John Wick (Stahelski y Leitch, 2014), a Tarantino, al cine quinqui ochentero y, de alguna manera, también al chorizo western de los 60 y 70. Pese a todo, tiene unos más que decentes primer y último cuartos de película. En ellos, el espectador ya acostumbrado al estilo y metido de lleno en la historia se deja llevar por su frenetismo.
Su simpleza técnica y narrativa hace a la película más accesible o apetecible para según qué público. Es más, el hecho de pertenecer a la sección Midnight X-Treme ya dice bastante de lo que podemos esperar de ella, ya que en dicha sección cuanto más bestia es la peli, mejor. Por eso mismo, antes de hablar de las condiciones idóneas para verla, lo primero es ir con la mente abierta, dispuesta a enfrentarse a una cinta de peleas y tiros. Una gamberrada. Donde el foco no está puesto ni en un guion perfecto ni en un despliegue visual que se imprima en la retina para siempre. Lo que importa es que se prometen golpes y te dan golpes. Punto. Promete reventar y nos revienta.
Cómo y por qué ver Os reviento
Es cierto que esta película no exige una gran concentración. Es más, parece pedir un ambiente distendido y festivo. Sin entrar en el consumo de ningún tipo de sustancia que altere la percepción de la realidad. Lo que se busca es desenchufar la cabeza un rato, reírse, pasarlo bien con amigos, sin más pretensión que disfrutar. Porque, por otra parte, parece que en estos términos se hizo la película. Entre amigos, en un ambiente relajado y con la finalidad de pasarlo y hacerlo pasar bien.
Ahora bien, ¿por qué ver Os reviento? Es probable que no sea el tipo de cine de mucha gente. Es posible, incluso, que dentro de los amantes de la acción y el bajo presupuesto se considere que no es una cinta del todo buena. Pero ¿por qué no darle la oportunidad? Al fin y al cabo, en el cine cabe todo, y este filme tendrá su público, que la disfrutará y aplaudirá todas las veces que la vean. Hagamos que les llegue. Disfrutemos, que no todo va a ser serio ni de una calidad impecable. Y, sobre todo, dejemos disfrutar. Dejemos que Os reviento reviente a quien tenga que reventar.