A lo largo de la historia del cine se han dado años dorados en los que se han estrenado cintas reconocidas actualmente como películas de culto o que simplemente pasaron sin pena ni gloria, pero que viéndolas hoy en día nos damos cuenta de lo brillantes que son.
Por casualidades que tiene la vida ha habido un puñado de buenas películas que han coincidido en su año de estreno y han hecho de ese año todo un hito. Existen diversos ejemplos como 1941 (Ciudadano Kane, Sospecha, El halcón maltés, Dumbo), 1960 (El apartamento, Psicosis, La dolce vita, El cochecito, El pueblo de los malditos), 1976 (Taxi Driver, Carrie, ¿Quién puede matar a un niño?, Rocky), 1979 (Arrebato, La vida de Brian, Stalker, Apocalypse Now, Alien), 1988 (La tumba de las luciérnagas, ¿Quién engañó a Roger Rabbit?, Akira, Beetlejuice) y el más reciente 2019 (Parásitos, 1917, El faro, Lo que arde, Midsommar, Dolor y gloria, Érase una vez en Hollywood). Por eso hoy hablaremos de 1994, un año que, además de dar mucho de qué hablar, tiene algunas joyitas escondidas.
10. La máscara de Chuck Russell
La libre adaptación en tono de comedia del cómic The Mask de Mike Richardson, protagonizada por Jim Carrey y Cameron Díaz, fue todo un éxito en crítica y taquilla. La mejor de las tres películas que protagonizó Carrey en el 94 y con la que se consagró como la sonrisa de la comedia de los 90. Una película graciosísima y con un ritmo fascinante que dio como resultado una novelización de la cinta en el mismo año, una serie animada al año siguiente que duró tres temporadas y una olvidable secuela en 2005.
9. Forrest Gump de Robert Zemeckis
Un recorrido por la historia de los Estados Unidos a través de la inocente y entusiasta mirada de uno de los personajes más carismáticos del cine, interpretado por el siempre acertado Tom Hanks. Alabada por crítica y público, y ganadora del Óscar a mejor película en el 95, esta película hizo historia por su buen guion, su correcta dirección y por enseñarnos, aún a día de hoy, que la vida es como una caja de bombones.
8. Entrevista con el vampiro de Neil Jordan
Brad Pitt, Tom Cruise, Kristen Dunst, Antonio Banderas y Christian Slater. La unión de todas estas estrellas en la gran pantalla con vampirismo y pelazos largos de por medio. ¿Qué más se puede pedir? Su aspecto oscuro y romántico junto a su cuidada estética y su atractiva historia hacen de este filme una pálida delicia barroca que poder degustar cada cierto tiempo. Una excelente adaptación que revisa el mito del vampiro y que funciona con el paso de los años, a pesar de haber sido vapuleada en su momento.
7. El rey león de Rob Minkoff y Roger Allers
El Hamlet de Disney. La película que demostró por vigésima vez que la animación también es cine y que puede ser disfrutada por cualquiera a cualquier edad. Los personajes bien construidos, los tonos cálidos de su fotografía y la música compuesta por Hans Zimmer envuelven al espectador de principio a fin y le hacen vivir toda una experiencia. Una experiencia que no necesitaba remake, pero eso es otro tema.
6. El cuervo de Alex Proyas
Otra adaptación de un cómic hace presencia en esta lista, en este caso del autor James O’Barr. A su triste historia y su estética gótica se une el hecho de que el protagonista lamentablemente falleciera durante el rodaje de una escena. Brandom Lee, hijo del legendario actor Bruce Lee, dejó este mundo a pocas semanas de finalizar su trabajo en la película, pero su memorable actuación quedó para siempre en los corazones de todos aquellos que disfrutaron, disfrutan y disfrutarán de la cinta.
5. Balas sobre Broadway de Woody Allen
Ya es casualidad que con la cantidad de obras brillantes que se estrenaron, el famoso director neoyorquino estrenara también en el 94 este filme que perfectamente puede entrar en el top 10 de las mejores películas de su filmografía. Un guion fantástico y unas actuaciones maravillosas tiñen de oro este regalo que resulta ser Balas sobre Broadway. Graciosa, ingeniosa, teatral, cuidada, sutil e imprevisible. Una gran, gran película.
4. El profesional (León) de Luc Besson
Inolvidable buddy movie que deja con la boca abierta y el corazón en pedazos. Con una Natalie Portman y un Jean Reno, ambos en estado de gracia, haciendo una pareja del todo tierna y con la que resulta imposible no encariñarse. Una película sentimental y equilibrada que contiene escenas que se quedan en la memoria para siempre.
3. Ed Wood de Tim Burton
Agridulce testimonio del Hollywood de los 50 y aún más agrio retrato del hoy conocido como el peor director de la historia. Dirigida acorde a lo que narra, Ed Wood es una cinta llena de vida y de emoción, pero que muestra la cara oculta del cine, la cara B (nunca mejor dicho), la cara menos amable. Desquiciada y con un sentido del gusto poco frecuente en el director estadounidense. Además, cuenta con un aplaudible Johnny Depp en el protagónico y un extraordinario Martin Landau en la piel del mítico Béla Lugosi. Lo mejor de Burton.
2. Cadena perpetua de Frank Darabont
Imponente drama carcelario. Adaptación de una novela de Stephen King sencilla en lo técnico, con una interesantísima fotografía y unas grandes interpretaciones por parte de Morgan Freeman y Tim Robbins. Fue un éxito que se abrazó tanto por la crítica como por el público. Película dolorosa donde las haya, que se torna oscura o alivia solo cuando es necesario. No deja indiferente a nadie.
1. Pulp Fiction de Quentin Tarantino
La película independiente que cambió el cine. Con una libertad creativa cercana a la de los directores del Hollywood de los 70, Tarantino crea una obra maestra del séptimo arte. Violenta, desenfadada, graciosa y con una rúbrica muy marcada que serviría no solo como catapulta que mandaría a Quentin a la fama mundial, sino también como antecedente de todo lo que veríamos después, tanto del mismo director como de directores y directoras que se acercarían a ciertos aspectos de su estilo.
Para ampliar: ‘Tarantiniano’: los leitmotiv de un estilo
Otras joyas escondidas
Clerks de Kevin Smith
Contemplativa y delirante. Una obra maestra de bajo presupuesto. Con un estilo conversacional, un blanco y negro simple y facilidad para el diálogo ocurrente, el director y sus amigos lograron hacer una comedia independiente que hoy en día es película de culto. Una muestra de lo sorprendente que puede ser lo rutinario y lo costumbrista.
Dellamorte Dellamore de Michele Soavi
También llamada Mi novia es un zombie o Cemetery Man, esta quinta película del realizador italiano resulta ser una maravilla visual, donde la fotografía está genial (con impresionantes juegos de luces) y las actuaciones son respetablemente sobreactuadas. Esta cinta es una mezcla extraordinaria entre una comedia de terror de zombies, una comedia romántica, una buddy movie y un ensayo sobre la vida, la muerte y el amor.
Las aventuras de Priscilla, reina del desierto de Stephan Elliott
Un éxito en taquilla que parece haberse olvidado con el paso de los años. Profunda, con personajes sensacionales bien construidos y una muy buena composición de planos, además de estar adelantada a cualquier tiempo (pasado o presente). El desempeño de los protagonistas Terence Stamp (Wall Street, 1987), Hugo Weaving (El señor de los anillos, 2001) y Guy Pearce (Memento, 2000) llega a emocionar junto a la bien narrada historia que viven. Una road movie de travestis que jamás olvidarás.
Criaturas celestiales de Peter Jackson
Cuarta película del director de la trilogía de El señor de los anillos, que le dio notoriedad y fama. Íntima, delicada y hermosa, con una dosis controlada de fantasía, la justa para confundir la realidad y la imaginación de nuestras jóvenes protagonistas. Aunque algunos de sus efectos visuales han envejecido no muy bien, el drama y el pulso de este filme aguantan los años de una pieza.
Justino, un asesino de la tercera edad de Santiago Aguilar y Luis Guridi
Un retrato de la marginalidad que sufren los ancianos españoles y cómo intentan algunos no caer irremediablemente en el olvido. Triste y desesperanzadora, aunque solo por momentos: los directores también hacen uso del humor y de una tensión típica de thriller para aliviar e intensificar los puntos claves del filme. Lo mejor de todo, aparte de la inmejorable actuación de Saturnino García, es la fascinante fotografía en blanco y negro. Poderosa película que deja marca.