Pasión, sentimientos y letras coronan a Olivia Rodrigo como la reina del pop adolescente con su primer álbum
Olivia Rodrigo. Seguramente ya hayas escuchado el disco de esta joven artista y, si no lo has hecho, es muy probable que su nombre te resulte familiar. La cantante ya era conocida por su carrera como actriz, pero fue con el estreno en 2019 de High School Musical: The Musical: The Series donde pudimos ver su talento musical. Un año después, el lanzamiento de su single drivers license y poco más tarde el de su álbum SOUR la han posicionado con tan solo 18 años como una de las grandes revelaciones del panorama musical actual.
Aunque muchos pensaban que el éxito de su primer single había sido puntual, con el lanzamiento de su álbum debut Olivia ha demostrado que tiene mucho más que ofrecer a pesar de su corta trayectoria en la industria. SOUR, compuesto por 11 canciones, es un álbum de pop alternativo en el que Rodrigo no tiene miedo de jugar con otros géneros musicales incluyendo temas más rockeros y pop punk con claras referencias a la música de los 2000 no solo musicalmente, sino también visualmente.
Además del indudable talento de Olivia y la calidad de todas las canciones que componen el disco, se suma el excelente proceso de creación que ha llevado a cabo junto a su equipo. La estética y promoción de su disco en el que se ha cuidado cada mínimo detalle han logrado que todas las piezas encajen. A continuación, un análisis de algunas de las canciones más significativas del álbum:
brutal
SOUR comienza con la pegadiza y estridente brutal, un grito desesperado pidiendo auxilio que captura el odio, el miedo y la inseguridad que provoca la adolescencia. El hartazgo, las dudas, la desilusión o la pasión conviven en esta canción punk-rock que expresa el brutal impacto de intensas emociones que es la juventud.
Olivia rompe así el velo con el que se cubre la adolescencia hasta destapar la verdad: los que prometían ser los mejores años de su vida han terminado por romperla en un puzle de fragmentos afilados apuntando en direcciones opuestas y que amenaza por desgarrarla por dentro. Ser una chica de 16 años en un instituto puede ser duro, más aún cuando tienes que enfrentarte a las garras de la industria musical y televisiva.
drivers license
Se trata del single principal de SOUR y el primero en estrenarse el 8 de enero de 2021. drivers license fue un adelanto de lo que íbamos a encontrarnos en el EP de Olivia, la línea temática que seguiría y el estilo personal que adoptaría la artista tan diverso al que le habíamos visto anteriormente como “chica Disney”. Como todo el álbum, está escrita por la propia artista junto al productor y compositor Dan Nigro.
drivers license habla sobre una ruptura amorosa. El sentimiento e intensidad que transmite Olivia en conjunto con la desgarradora emotividad de su letra y la cuidada producción, en la que percibimos de forma ingeniosa un sonido simple que se funde con los sonidos de un coche, ha conseguido que miles de personas se hayan sentido identificadas con su mensaje desconsolado de desamor.
Su éxito no estuvo exento de polémicas que, sin duda, avivó la curiosidad de los oyentes tras el rumor de que está dirigida a su compañero en la serie High School Musical: The Musical: The Series Joshua Bassett que tras su ruptura habría comenzado a salir con la también actriz Sabrina Carpenter, por lo que la frase “and you’re probably with that blonde girl” cobraría sentido para sus seguidores, aunque hasta ahora ninguno se ha pronunciado al respecto.
En el videoclip, Olivia consigue transmitir a la perfección el sentimiento de la canción a la par que hace referencia de forma sutil a su reciente carnet de conducir que da nombre al sencillo. El tema debut de Olivia no ha dejado indiferente a nadie, posicionándose tres días después de su lanzamiento como la canción no navideña de Spotify con más reproducciones en un día y acumulando más récords posteriormente.
good 4 u
Se trata del tercer single antes del lanzamiento de SOUR en el que Olivia opta por un tema más pop rock. Aunque sigue la línea temática de una ruptura, en good 4 u adopta una posición muy distinta. La vulnerabilidad que vemos en drivers license tras haber sido reemplazada por su ex se transforma en un tono de venganza y con una respuesta claramente irónica. Evocando a la instrumental de los 90 liderada por la batería y guitarras eléctricas y un estribillo pegadizo, Olivia funde la melodía con varios cambios en su interpretación con los que consigue transmitir sarcasmo y frustración.
Su videoclip fue lanzado el mismo día y dirigido por Petra Collins. Con una escenografía de los 2000 a compás con las referencias musicales, hay claros guiños cinematográficos a Jennifer ‘s Body (Kusama, 2009), Audition (Miike, 1999) o The Princess Diaries (Marshall, 2001). La historia del vídeo y la actuación de Rodrigo muestran ese sentimiento de venganza y casi de locura en el que vemos a Olivia en el personaje de una animadora llena de rencor que quema la casa de su ex.
deja vu
La historia de amor no termina ahí y Olivia escribe un nuevo capítulo con su segundo single: deja vu. Esta vez, el dolor por la ruptura ha empezado a sanar y pasa a volcarse de lleno en la verosimilitud de los sentimientos que se profesan la nueva pareja. ¿Acaso no es ella una copia más perfecta de mí misma con la que repetir el mismo patrón? ¿Era yo solo un entrenamiento para la versión definitiva?
De esta forma, el tema comienza como una melosa canción pop en la que la voz de la joven cantante susurra de manera amable las similitudes de sus recuerdos para, tras el estribillo, romper en una verdadera réplica sagaz que se acompaña musicalmente con la entrada de la percusión. Al más puro estilo Taylor Swift, el puente se convierte entonces en el quiebre final donde nacen las acusaciones directas empapadas en rabia y dolor.
traitor
En traitor vuelve de nuevo a una melodía más melancólica y lenta como en drivers license, pero su mensaje en este caso es más contundente y directo acusando a su ex de traidor por olvidarla demasiado rápido tras su ruptura. Una canción llena de sentimiento que sigue la línea del pop pero en la que, al igual que en el resto de canciones, podemos escuchar la influencia de diversos estilos musicales que ella misma escucha. En esta ocasión, la propia artista ha mencionado su referencia al género country. Los primeros versos del tema comienzan de manera suave pero, según avanza, coge fuerza para dirigirnos a través de la melodía y su voz por varias fases de la decepción, desde el dolor y la tristeza hasta el reproche. Un mensaje directo con una armonía cuidada y un ritmo pausado que ayuda a volcar de forma sutil la confluencia de emociones.
jealousy, jealousy
La adolescencia no son solo los vínculos con otras personas, sino también alcanzar la correcta simbiosis contigo mismo hasta conocerte, aceptarte y quererte. Por ello, en jealousy, jealousy Olivia deja de lado momentáneamente el drama amoroso para centrarse en la relación que experimenta consigo misma. Una canción llena de alaridos exasperados que transmiten el tornado confuso al que se ve arrastrada en su carrera en busca de la perfección. Aturdida por la presión de los estándares, la cantante expresa cómo se ve presionada a confeccionar una imagen bajo el patrón de otras chicas hasta que la comparación termine con ella y su verdadera personalidad.
SOUR Prom
La adolescencia y el instituto no se pueden dejar atrás sin su perfecto y glamuroso broche final: el baile de graduación. Por ello, Olivia cierra su poema de amor a la juventud con SOUR Prom, una mezcla entre película y concierto en la que repasa algunos de los temas más relevantes dándoles una nueva dimensión audiovisual.
SOUR se compone así como un gran canto a la adolescencia en todos los sentidos. Un disco que condensa perfectamente todos los sentimientos de una chica de instituto: el primer amor, la primera ruptura, el primer dolor por amor, amistades, responsabilidades, inseguridades, envidia, trazos de la primera independencia… Incluso sacarse el carnet de conducir o asistir al baile de graduación.
Puede que Olivia Rodrigo tenga solo 18 años y este sea su primer trabajo, pero con SOUR ha demostrado tener un dominio de las letras poco envidiable a otros artistas. Su forma de convertir sentimientos en depuradas y pegadizas canciones demuestra que no es casualidad que sea una de las artistas más escuchadas del mundo, así como uno de los grandes descubrimientos musicales de este año en una industria a la que ha llegado para quedarse.
Con todo, lo que hace grande al disco es que su amalgama de sentimientos expresados de forma poética y visceral consigue que personas de todas las edades se identifiquen y puedan recordar su adolescencia por poco más de media hora. Luces, dolor, amor y decepción; preparen sus asientos para volver a los tan ansiados 16.