Aquí está la primera Vitrina del año, con tres autores que han decidido compartir su obra con nosotros en clave de pérdida: o bien dejando atrás algo que no existe, o bien intentando superar algo real, o incluso procurando vencer algo en nuestro interior. Esperamos que disfrutéis de la lectura de estas palabras que, ante todo, proponen levantar la cabeza y seguir adelante.
Te escribo para que no existas – Laura Martín
No es fácil de explicar,
pero escribirte
aunque no existas,
me ayuda a no buscarte.
Porque, aunque no seas,
hablándote e inventándote
me doy cuenta
de que no te quiero.
Darle vueltas a esto,
aunque no vaya a pasar,
me hace anticiparme al daño
que podrías hacerme.
Por eso, aunque sea contradictorio,
dedicarte estos poemas
me sirve para olvidarte.
Y no hace falta que me comprendas,
porque no existes,
no te quiero,
y no me das miedo.
Puedes leer más poemas de Laura Marín en su cuenta de Instagram @4ra.ms.
Adiós – Andrea Aponte
He pensado cada segundo en el antes y después. He imaginado cómo ese vaso se llenaba y ahora está vacío.
Ese frasco donde guardábamos los sueños está desaparecido. Dejamos de contar las metas para pasar al vacío.
Ya no se ve ese túnel negro, ya hay salida, después de todo.
No hay nada, no hay preocupaciones. Parece que se ha abandonado la partida.
Hemos cambiado de riendas y la ilusión hacia otras cosas. Hemos olvidado cuál era nuestra esencia. Los miedos van y vienen, pero la presencia se ausenta.
Ya no nos interesa qué pasó, pasamos al no. A la manera más fácil de acabar, a la forma de expresar que ya no hay rompecabezas.
Que ya no hay fichas que armar, ya no aparecen nuevas con las que pensar dónde encajarán.
Hemos viajado hasta quedarnos sin billete que validar. Nos hemos rendido de solucionar.
Adiós tormenta, adiós esencia.
Puedes leer a Andrea Aponte en sus redes sociales: @lianletras tanto en Instagram como en Twitter.
Temido imperdible descorazón – Aarón Wong
Cuando pienso haberte despistado
te vuelvo a encontrar y siempre delante de mí.
Siempre sonriente,
siempre implacable,
siempre ansioso,
siempre doliente en tu eterno altar
de hambrienta ira.
Llegas siempre en el momento indicado,
en la promesa equivocada;
en el suspiro justo en que mi ser
deja de depender de mi conciencia.
Y al llegar tú, todo lo demás se marcha.
Al empezar,
todo
sin más
acaba.
Explotas, arrasas, destruyes a tu paso.
Estallas en cabeza, pecho y boca,
escupes cañonazos de insensatez.
No dejas que respire el quebranto,
no permites que se escuche la tormenta.
Te aprovechas de la impaciencia y desabrochas
la lengua más negra de este beso herido que soy.
Eres todo lo que odio ser, siendo yo.
La posesión más sórdida.
El monstruo más feroz del cuento.
Pero prometo que este cuento no tendrá
un final feliz, al menos para ti.
Porque pienso destrozarte ese descorazón
que alojas en tu pecho y exprimirlo hasta secarte
de toda esa rabia que te embriaga,
para hacerla perderse por el desagüe
de la esperanza.
Y así,
por fin,
perderte.
Como debí perderte hace muchos
muchos,
muchos llantos.
Puedes leer a Aarón Wong en su blog y en su cuenta artística de Instagram @aaron_wong__. Además, puedes escuchar su disco Trizas en Spotify, en YouTube y en todas las plataformas digitales. Además, ya está disponible su poemario Trozos y trazos de una canción en la página web de la editorial Libros Indie.
Y hasta aquí la Vitrina Literaria del mes de febrero. Esperamos que te haya gustado y te animes a echar un vistazo al resto de ediciones en nuestra web si todavía no lo has hecho. Recuerda que si quieres participar y enviar tus relatos breves o poemas, solo tienes que rellenar el formulario en Colabora o enviar un correo a discordiamagazine@gmail.com.