De “reina de la fritanga” a “sectaria realfooder”
Empecé a seguir a Carlos Ríos porque vi a una gran multitud de gente hablando de él en Instagram, red en la que alcanzó la fama. La experiencia me duró los dos días que tardé en pensar “joder, que pesado es este tío, déjame comer mis palmeritas en paz”. Unfollow.
Pero tiempo después volví a encontrarlo por redes y le di una segunda oportunidad. “Estoy dispuesta a comer menos palmeritas, Carlos, pero aún no me has convencido”.
Comencé a bajar al gimnasio. Revisaba mi feed de Instagram mientras hacía ejercicios de pierna. No le estaba poniendo mucho ímpetu, lo reconozco. “Joder, otro storie del Carlos Ríos, si es que al final le silencio”. “No es pesado ni nada, que además el tío tiene un libro para darte la chapa otra vez”. Abrir Amazon Prime: pedido realizado. “A ver qué cuenta el pelmazo este”.
Come comida real
La exquisita bibliografía de este libro podría hacer que muchos profesores universitarios alcanzasen el orgasmo con solo ojear lo bien citado que está. Cifuentes no sabría ni reconocer su formato APA. Casi 700 referencias a múltiples estudios e informes alimentarios. “Vaya, será un pelmazo, pero está bien fundamentado”.
Es normal que si llega alguien y te dice “esa tableta de Milka que te estás comiendo va a hacer que tengas cáncer” le mandes a la mierda. Este libro no hace eso. Progresivamente, explica los efectos que a la larga tienen en tu cuerpo componentes como los azúcares añadidos, las harinas y los aceites refinados y algunos aditivos. No te trata como a un ser inferior que se alimenta como el culo, sino que te lo deja caer sutilmente. Te da información y poder y, una vez abres los ojos, es difícil cerrarlos.
Personalmente, mis cambios alimentarios son lentos. Me cuesta hacer cenas saludables, me cuesta decirle que no a la pizza de Hacendado que me compra mi madre con todo el cariño. Y las palmeras gigantes de chocolate que me pone en la mesa. Ya ni hablemos de nuestro nuevo descubrimiento: las calzones del Mercadona… Oye, mamá, ¿realmente tienes buena intención? Estoy empezando a dudarlo.
Bol de leche semidesnatada, muesli con frutas y plátano. IRENE MELGOSA (DISCORDIA).
Invito, de forma para nada prepotente, a esos impíos paganos que todavía comen ultraprocesados diariamente a escuchar lo que el semidiós Carlos Ríos tiene que decir.
Carlos Ríos sujetando su libro y una bolsa de edamames en un supermercado. IRENE SIERRA (XATAKA).