Hoy, 8 de marzo, se celebra el Día Internacional de la Mujer y desde Discordia hacemos un homenaje a todas ellas uniendo música y feminismo, porque sí, existen canciones en el panorama actual desligadas de las letras machistas características de gran parte de canciones del género urbano.
MERICHANE (Zahara, 2021)
Comenzamos con una canción estrenada el presente año. Aunque no se desliga por completo del machismo, la cantante jienense ha aprovechado su último lanzamiento para hacerse eco de los abusos que las mujeres sufren a lo largo de su vida, ya sea en el ámbito laboral, personal, social, sexual…
En ella incluye frases tan duras y que, desgraciadamente, son reales para muchas mujeres. Algunas de estas son:
“Yo estaba ahí con las llaves en la mano, acelerando el paso, fingiendo que hablaba con mi hermano”.
“Yo estaba ahí dejándome hacer con tal que acabase de una vez”.
“Yo estaba ahí confesándome por haberme tocado, creyendo que ese era el puto pecado”.
Al final del vídeo de esta canción, Zahara explica el significado de MERICHANE y cómo repercutió en ella esa palabra.
La tirita (Belén Aguilera y Lola Índigo, 2020)
Si por algo se caracterizan Belén Aguilera y Lola Índigo es por ser dos mujeres empoderadas. Tras el lanzamiento de la canción, en una entrevista para El Mundo, la propia Belén desmitificó el concepto de “mujer empoderada” al alejarla de una mujer perfecta más cercana a la figura de diva y acercarla a una mujer que lucha por sí misma aunque su vida no sea perfecta.
Por su parte, Mimi siempre ha querido reivindicar la gran labor de la mujer en el panorama artístico, principalmente del musical y del baile, a los que está ligada directamente. De ahí la creación de su alter ego, “Lola Índigo”, encabezado por ella, pero también apoyado en sus bailarinas, esenciales en cada puesta en escena. Una idea también presente en las letras de la mayoría de sus canciones, como, por ejemplo, Mujer bruja (con Mala Rodríguez, 2018) en la que incluye frases como:
“Yo te aviso. Me gusta sin compromiso. Con trenza o con pelo liso. Peligrosa y tú sumiso”.
Aunque puede sonar a tener una connotación sexual bastante clara, no le llega ni a los talones a otras como la siguiente incluida en Safaera de Bad Bunny (2020) que también posee sonido urbano, pero infinitamente más explícita, como se observa a continuación: “Baja pa’ casa que yo te rompo to’a”. Con esa frase, tanto Lola como Mala intentan atribuir a la mujer un papel algo más dominante respecto al hombre que no acostumbra a tener socialmente.
Además, el vídeo de La tirita comienza con lo que se supone que es una agresión machista. A lo largo del videoclip, se aprecia cómo dos aparentemente amigas se apoyan la una en la otra, en señal de sororidad, para superarlo. Al final se descubre que en realidad esa “amiga” no es más que la fortaleza que nace del interior de la protagonista del vídeo, encarnada por Belén, que ve en la figura interpretada por Mimi una especie de Pepito Grillo emocional.
Ain’t Your Mamma (Jennifer Lopez, 2016)
Esta es la más antigua de todas estas canciones, pero no por ello menos importante. Trata asuntos que atañen desde las raíces sociales a todo el mundo y que son la base fundamental en el cambio del pensamiento hacia la mujer y que conseguirán la verdadera igualdad de estas respecto a los hombres.
“No voy a cocinar todo el día, no soy tu mamá. No voy a hacer tu colada, no soy tu mamá” o, si se prefiere, “I ain’t gon’ be cooking all day, I ain’t your mama. I ain’t gon’ do your laundry, I ain’t your mama”.
Ese es el estribillo de la canción con la que Jennifer Lopez reivindica a desprenderse de los roles de género y, del mismo modo, a dejar de lado los micromachismos que se generan en el día a día de la sociedad. Además, todo esto es fácilmente visible en el videoclip. Por ejemplo, el techo de cristal está representado por la puerta que le cierra el hombre en la cara, dejándola fuera de la reunión.
Sin duda alguna, todos los aspectos reivindicativos de estas canciones y sus videoclips tienen una base correctora relativamente sencilla: la educación. Se debe educar en igualdad de valores sin importar el género de la persona. No se pueden negar ciertas diferencias físicas entre hombres y mujeres, pero esto no quiere decir que en el resto de aspectos deban generar diferencias sociales: tan humanos son los unos como los otros. Por todo ello, se debe de educar en la igualdad. Es más, para aquellos a los que no es tan fácil educar porque ya han (o hemos, ya que me incluyo, porque pese a ser mujer también tengo algunas actitudes machistas intrínsecas porque te crías con ellas sin darte cuenta) crecido, se debe realizar una autocrítica, corregir opiniones o puntos de vista y reflexionar si es correcta nuestra opinión o debemos reconstruirla.
Un pensamiento en “El feminismo en la música”