El pasado 21 de marzo se desveló la última canción de Eurovisión 2022, pero ¿cuáles son las favoritas para ganar?

Gracias al impacto del Benidorm Fest, parece que España ha recuperado parte del interés por Eurovisión que fue perdiendo por culpa de la acumulación de fracasos. Pero este año es distinto y, por ello, en Discordia hemos querido hacer un repaso por las 10 propuestas favoritas de 2022 entre las 40 canciones analizando sus puntos fuertes y débiles. Para la selección de los países, hemos acudido a dos fuentes: la tabla con todas las apuestas y la lista de favoritos de los eurofanes de todo el mundo que votan a través de la aplicación My Eurovision Scoreboard. De esta forma, equilibramos la balanza entre las conjeturas a la hora de apostar y las preferencias del público general

Austria: Halo – LUM!X y Pia Maria

Mientras las apuestas sitúan la propuesta austriaca en la parte baja de la tabla, los eurofanes la consideran la octava mejor canción de la LXVI edición del festival. Así, el DJ LUM!X de 19 años y la cantante Pia Maria de 18 se unen en un tema animado y ecléctico que pretende levantar del sofá a la población europea y bailar con ellos. Igual no lo consiguen, pero más de uno moverá la cabeza mientras escucha las palmas que anteceden al último estribillo. Por supuesto, uno de sus puntos fuertes reside en la producción y la base musical creada por LUM!X. Falta comprobar si la puesta en escena consolidará la propuesta de estos dos jóvenes o si les hará perder puntos.

España: SloMo – Chanel

Sí, no es broma: este año España es uno de los países favoritos para ganar el festival europeo. De hecho, se sitúa primero en el ranking eurofán y quinto en apuestas. A pesar de las polémicas, Chanel presentó una propuesta cerrada e inteligente a la primera edición del Benidorm Fest que le valió la victoria. La coreografía, los bailarines y la inmensa presencia escénica de la artista han convencido a la mayoría de los eurofanes, demostrando que Eurovisión no solo es un festival de canciones, sino también de espectáculo. De esta forma, la puesta en escena hace brillar una canción pop latina correcta, aunque por sí sola no consigue destacar. De cara a la gran final, el reto será mejorar el trabajo de iluminación, el vestuario, el apartado visual y el control de la voz por parte de Chanel para dejar a Europa sin aliento.

Grecia: Die Together – Amanda Georgiadi Tenfjord

La base musical tarda 30 segundos en empezar a sonar en la canción griega, y eso la convierte en una de las propuestas más arriesgadas de la edición. Aun así, en ese periodo de tiempo sí escuchamos la voz de la artista —que recuerda mucho a la cantante neozelandesa Lorde—, así como el efecto eco para darle mayor musicalidad. Grecia puede sacarle mucho provecho a esta parte a capela en la actuación para darle la intimidad que pide a gritos, sobre todo a través de la iluminación. Así, Die Together va cobrando fuerza hasta un final explosivo tremendamente emotivo. Es un tema que evoluciona y una firme apuesta para Eurovisión, aunque su directo será decisivo.

Italia: Brividi – Mahmood y BLANCO

Mahmood, que consiguió un magnífico segundo puesto en Eurovisión 2019 con Soldi, se unió a uno de los artistas del momento en Italia: BLANCO. Juntos se proclamaron vencedores del histórico festival de San Remo con una balada intimista a la que no le falta fuerza. La sobriedad de la puesta en escena compensa con el vestuario y la complicidad de los cantantes, que consiguen vender su propuesta con mucho carisma. De todas formas, deberían sacarle más provecho al juego de luces en el estribillo a modo de “escalofríos”. Así, los agudos de Mahmood y el pequeño rap de BLANCO llegarán a Eurovisión como anfitriones y partiendo como segundos favoritos en apuestas y terceros entre los eurofanes. Además, cuentan con unas cifras en streaming muy, muy superiores a las de sus competidores. 

Noruega: Give That Wolf a Banana – Subwoolfer

Noruega ha elegido una actuación a la que pocos espectadores podrán quitarle el ojo de encima durante sus tres minutos. La canción, que ya adelanta lo fantasioso de la propuesta, está muy bien producida y estructurada. A ella, hay que sumar la gran puesta en escena que han elaborado estos artistas desconocidos. Jugar con el anonimato, los disfraces y un concepto relacionado con la canción facilita que el público se interese por ellos. Podría haber salido mal, pero no ha sido así —aunque siempre habrá espectadores a los que les genere rechazo—. Por tanto, la actuación cuenta con una coreografía divertida, un vestuario llamativo y elementos iconográficos en las intervenciones del coro para darle dinamismo, algo que se valora mucho en Eurovisión. Este año, Noruega son los raros que lo hacen bien

Países Bajos: De Diepte – S10

La delicadeza y la preciosa voz de la artista neerlandesa se fusionan en una balada de desamor cantada en su idioma natal, algo que, sin duda, suma más puntos a su propuesta. De hecho, los eurofanes la sitúan como su cuarta favorita. Respecto a la puesta en escena, en una actuación para televisión recurre al uso de luces rojas y lineales, tanto en horizontal como en vertical, para dar la sensación de encierro y claustrofobia, lo cual encaja a la perfección con la letra. Además, juega con el inicio y el final para dar unidad y dinamismo. Es una buena idea que funciona bien y, si decide mantenerla para Eurovisión, puede perfeccionarla para que resulte aún más espectacular. 

Polonia: River – Krystian Ochman

Esta es la propuesta que mejor puede aprovechar el escenario de Eurovisión ya que este año contará con una cascada. Y le viene muy bien, porque la puesta en escena de la actuación se queda algo corta. El potencial vocal de Ochman y la intensidad de la canción han conquistado a muchos eurofanes, pero Polonia aún tiene margen de mejora si quiere ir a por todas. El efecto del agua en los tambores es un acierto, pero el intérprete necesita más presencia escénica. Y apenas juegan con la iluminación, algo que podría aprovecharse mucho mejor en los momentos más íntimos. Ha convencido pero ¿será suficiente para ganar?

Reino Unido: Space Man – Sam Ryder

El país británico llega este año con una propuesta firme para cerrar su mala racha en el festival —al unísono con España—, y lo hace con toda una estrella en TikTok: Sam Ryder. Space Man cuenta con una composición tanto en letra como en música muy interesantes, así como con una calidad vocal por parte del artista brillante que deslumbra en los agudos del estribillo. Así, Sam Ryder fantasea con ser un astronauta y vivir por encima de la tierra en un videoclip impoluto —lástima que, de cara a Eurovisión, no tenga ningún impacto—. De todas formas, le ha valido para presentar su propuesta y que mucha gente la compre, aunque destaca su cuarta posición en apuestas en comparación con la onceava entre los eurofanes. ¿Su puesta en escena? Una incógnita que, partiendo del concepto creado en el videoclip, puede darle muy buenos resultados.

Suecia: Hold Me Closer – Cornelia Jakobs

Segunda para los eurofanes, tercera para las apuestas. Cornelia Jakobs pretende ganar el festival con una power balad que comienza al estilo de Lana del Rey y va in crescendo. Parte como una de las favoritas gracias al gran trabajo en la composición del tema y la energía de Cornelia Jakobs a la hora de interpretarla. Aun así, la puesta en escena presentada en el Melodifestivalen dista mucho de la calidad de la canción. Tras un buen inicio íntimo, llama la atención la aparición de una pantalla circular que aporta poco y pierde fuerza en los planos generales. De cara a Eurovisión, pueden aprovechar mucho mejor la iluminación con otros recursos que sumen a la actuación en vez de resultar simples decorados. 

Ucrania: Stefania – Kalush Orchestra

Si el año pasado Ucrania optó por la fusión de folclore y electrónica, esta vez han apostado por combinar tradición y rap en una canción que suena a raíces. El grupo tiene una puesta en escena consolidada, juegan muy bien con el estribillo instrumental y saben hacer partícipe al público de su actuación. Aun así, no se puede ignorar el contexto político de Ucrania. La representante inicial iba a ser Alina Pash con una canción que muchos veían como ganadora, pero decidió retirarse tras las acusaciones de haber viajado a Crimea en 2015: “Soy una artista, no una política”, zanjó. Además, puede que la disparidad de opinión entre los apostadores —que la sitúan como la favorita para ganar— y los votantes en la aplicación —que la colocan en el décimo puesto— se deba a que los primeros consideran que la invasión sufrida por parte de Rusia puede afectar a su resultado en Eurovisión.

Por tanto, seis baladas y otras cuatro apuestas bien diferenciadas compiten por llevarse el Micrófono de Cristal en Eurovisión. Pero todo esto son conjeturas y aún no hay nada escrito. Excepto Alemania, España, Francia, Italia y Reino Unido (Big Five), el resto de países deben enfrentarse a las semifinales para poder actuar en la gran final que tendrá lugar el sábado 14 de mayo y podrá seguirse, como siempre, a través de RTVE. ¿Cuál es tu propuesta favorita de esta edición? ¿Está entre estas 10 canciones?

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