Palmarés, polémicas y experiencia del Festival de Sitges 2022

Después de dos años en los que las mascarillas, el gel hidroalcohólico, la distancia de seguridad y el aforo reducido se habían adueñado del Festival de Sitges hasta entristecerlo —según dicen quienes llevan yendo desde hace mucho tiempo—, el Sitges – Festival Internacional de Cine Fantástico de Cataluña 2022 volvió por todo lo alto. Destacó por su extensa y variada programación y el entusiasmo tanto por parte del festival como por parte del público por celebrar esta gran fiesta del cine.

Para ampliar: Las 20 imprescindibles del Festival de Sitges 2022

Esta edición número 55 empezó con una enorme afluencia de prensa y público desde el primer día, y triunfó con el spot promocional del festival protagonizado por Angy Fernández e Iván Massagué con la temática del año: la película Tron (1982), cuya frase del Això és un mogudot, tron se convirtió en meme interno del festival, junto al vídeo de Bloody Green para fomentar los comportamientos solidarios y sostenibles dentro del mismo. Ambos vídeos proyectados casi en cada sesión fueron motivo de aplauso y bromas constantes durante los diez días. 

Palmarés y premiaciones  

Dario Argento (Suspiria, 1977; Rojo oscuro, 1975) recibió el Golden Honorary Award por la importancia de su carrera para el género. El compositor Claudio Simonetti, el premio Méliès Career por su trayectoria. La María Honorífica fue para la actriz Astrid Frank. Los cuatro galardones Máquina del Tiempo fueron entregados a: Edgar Wright (Zombies Party, 2004; Última noche en el Soho, 2021), Neil Marshall (Dog Soldiers, 2002; The Descent, 2005), Quentin Dupieux (Réalité, 2014; Mandíbulas, 2020) y Ti West (La casa del diablo, 2009; X, 2022). Y el Gran Premio Honorífico se lo dieron al maquillador y experto en VFX de películas como La historia interminable o El resplandor, Colin Arthur.

Colin Arthur recibiendo el Gran Premio Honorífico.

La lista de premiados y premiadas es extensísima, así que aquí solo mencionaremos los ganadores de la Sección Oficial, los Premios del Público y algunos importantes de secciones concretas, que son los más relevantes, pero aquí está el palmarés completo.

Secció Oficial Fantàstic a Competició

  • Mejor película, actor, música y fotografía: Sisu (Jalmari Helander)
  • Premio especial del jurado: Project Wolf Hunting (Kim Hong-sun)
  • Mejor actriz: Mia Goth por Pearl 
  • Mejor guion: Quentin Dupieux por Fumer fait tousser e Incroyable mais vrai 
  • Mejores efectos especiales, visuales y de maquillaje: ex aequo para Irati (Paul Urkijo) y Ego (Hannah Bergholm)

Premios del Público

  • Mejor película de la sección oficial: Irati (Paul Urkijo)
  • Premio Panorama Fantástic: Deadstream (Joseph & Vanessa Winter)
  • Premio Focus Asia: The Roundup (Lee Sang-yong)
  • Premio Midnight X-treme: Sissy (Kane Senes & Hannah Barlow)

Otros premios importantes

  • Mejor largometraje animado: La otra forma (Diego Guzmán)
  • Mejor película Noves Visions: Jerk (Gisèle Vienne)
  • Mejor película Órbita: H4Z4RD (Jonas Govaerts)
  • Mejor película Blood Window: Huesera (Michelle Garza)
  • Mejor película de género fantástico: Nightsiren (Tereza Nvotová)
  • Mejor directora revelación: Michelle Garza por Huesera
  • Premio de la crítica a la mejor película: Something in the Dirt (Aaron Moorhead & Justin Benson)
Fotograma de Sisu (Jalmari Helander).

Polémicas

Hubo dos grandes temas que generaron polémica durante el transcurso del festival. No se hará mención del problema que hubo con los pases para Halloween Ends (David Gordon Green), sobre si quitaron un pase y lo movieron, porque eso ocurrió antes de que todo comenzara. El primero fue acerca de la moralidad de algunas cintas y el otro fue acerca de la parrilla del festival

El primero comenzó en Twitter con dos películas concretas, pero de una se hablaba sin mencionarla (respetemos eso) y la otra era Speak No Evil (Christian Tafdrup). En la red social del pájaro azul se comenzó a debatir acerca de si ciertos aspectos, resoluciones de tramas o exposición de violencia de ciertas películas eran moralmente aceptables o no. El tema surgió el segundo día con una cinta en particular y continuó poco después con la crítica de Alejandro G. Calvo a Speak No Evil. El director Paco Plaza en su cuenta, sin mencionar ninguna cinta en concreto, expuso bastante bien el problema: “No comparto del todo esta corriente de posicionamiento apasionado a favor o en contra de algunas películas en base a si coincide o no con nuestras convicciones morales y/o ideológicas. Creo que todo arte debe servir para cuestionarnos, no siempre para reafirmarnos”.

Y el segundo tema que dio mucho, pero mucho que hablar fue la parrilla. Hubo bastante queja por parte de público y crítica por el hecho de encontrarse durante el festival con bastantes cintas que no eran de género fantástico, de terror o de ciencia ficción; y algunas, además, a competición oficial. Ocurre así con Everything Will Be Okay (Rithy Panh), Tropique (Edouard Salier), Emily (Frances O’Connor), Hunt (Lee Jung-jae), Watcher (Chloe Okuno), A Man of Reason (Jeong Woo-seong) o As Bestas (Rodrigo Sorogoyen). Y aunque se las recibe con el mismo respeto y ganas, que algunas estén a competición ha chirriado bastante a los asistentes más veteranos.

Experiencia

En el Festival de Sitges se vive en una burbuja en la que hay un clima muy concreto y especial. La gran mayoría de los que van están muy a tope con el cine de género y saben a lo que van, disfrutan y hacen disfrutar. Se genera un ambiente de familiaridad que, como todo el que va comenta, no se repite en ningún otro festival. Los propios directores que vienen del extranjero recalcan que es el mejor público y el más entregado al que se han enfrentado

Fotograma del spot de Tron.

Paseas, comes, conoces gente nueva. Y puedes encontrarte a gente que se dedica al cine en sitios comunes y recurrentes que no se comportan como estrellitas; no hay una lejanía prepotente. Todos compartimos el mismo espíritu cinéfago y cinéfilo. Además, ocurren cosas como que alguien se vista de Michael Mayers para ver Halloween Ends, o que un par de personas protesten por una docuserie como sucedió en la Sala Tramuntana al proyectar el primer episodio de Ummo: la España alienígena

El hecho de que la gente siempre —repito, siempre— aplauda entregada cuando sale la animación del festival o que celebren cada muerte gore, o vitoreen a los invitados que vienen a presentar una peli, es alucinante y no lo vives en ninguna otra parte. Es un lugar único, donde a veces puedes mal comer, mal dormir, asistir a las sesiones nocturnas de tres películas seguidas e ir corriendo de un sitio a otro sin parar, pero que vale la pena porque exprimes el momento hasta la última gota. Desde la elegancia del Auditori y lo acogedor del cine Prado, hasta la macarra esencia de las pelis del Brigadoon, todo es un tifón que, durante diez días, arrasa con el alma de los adeptos y adictos del séptimo arte. ¡Larga vida a Sitges, tron!

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