Una obra de teatro cuya humildad no le resta dramatismo, emoción, complejidad ni calidad lírica
Un baúl está destinado a permanecer inmóvil allí donde se le necesita, mientras una maleta está obligada a viajar lejos de su hogar y volver solo temporalmente. Entonces… ¿Qué relación están abocados a mantener ambos? Bajo esta paradoja en forma de personalización se erige Empecemos por que no estás, una función teatral escrita por Guillermo de la Puente, dirigida por Carlos B. Rodríguez y protagonizada por los hermanos Horacio y Alberto, a quienes se unen su hermana Sara y Soledad, la novia del segundo.
Tal y como narra la sinopsis, “Horacio es un artista nómada que regresa a su ciudad natal tras la muerte de su madre con el propósito de convencer a Alberto, su hermano, de vender la casa familiar. La rotunda negativa de este y la reticencia de Horacio a conocer a Sara, a la que apenas ha visto, pondrán en marcha una maquinaria de acontecimientos que redefinirá los vínculos entre los cuatro y les obligará a enfrentarse, cada cual a su manera, a un dilema imposible: aceptar o resistirse al implacable paso del tiempo“.
Cuando el espacio no conoce el tiempo
Empecemos por que no estás está escrita en una exquisita fusión verso-prosa y se desarrolla en un único escenario que, según avanzan los años, adquiere distintas orientaciones. Se trata de esa vieja casa de pueblo donde ambos hermanos forjaron sus raíces en la infancia y la que ahora atrapa y enfrenta a los personajes. De esta forma, narra una historia anclada a los recuerdos que habla sobre enfrentarse al inevitable paso del tiempo y encontrar tu lugar en el mundo, donde la muerte, el olvido y la familia toman el control del arco dramático.
La obra cuenta con las interpretaciones de cuatro actores de gran profesionalidad que, a pesar de la complejidad que ofrece la naturaleza en vivo del teatro, son capaces de involucrar al público en cada escena, apelar a sus propias experiencias y atraparles en una cápsula del tiempo donde el mundo solo existe entre cuatro paredes en forma de carpa sin techo. Aun así, cabe destacar el papel de un divertido, desvergonzado y contradictorio Horacio por lo versátil y radical de su personaje. Él mismo se encarga de amenizar las transiciones a modo de saltos temporales con una guitarra en mano y un objetivo: emocionar y robar alguna carcajada al público.
En este sentido, la puesta en escena manipula el espacio y las leyes terrenales a través de las interacciones entre personajes que no comparten escena, ofreciendo un halo fantasmagórico e incluso fantástico que refuerza la emotividad de los diálogos (sobre todo de una de las últimas conversaciones que mira cara a cara al principio). A esto hay que añadirle un conciso pero minucioso trabajo de iluminación que, precisamente, enfatiza esta interesante propuesta escénica y coreográfica.
La obra pertenece a la compañía de teatro Bululú 2120 y se desarrolla durante el mes de abril en su propia sala, ubicada en la Calle de Canarias número 16, muy cerca del centro de Madrid. Las próximas citas con el público son el jueves 20, el sábado 22 (coloquio incluido), el jueves 27 y el sábado 29, siempre a la misma hora: las 20:30.
A veces, las mejores historias se enconden en pequeños baúles a la espera de que alguien las encuentre y reconozca su valor. Y Empecemos por que no estás es un baúl que merece ser maleta. Si hay dudas, que pregunten a las lágrimas de los asistentes que abandonaron la primera función de la obra; incluido el que, humildemente, escribe estas líneas animando a quien quiera que las lea a disfrutar, sufrir y verse reflejado en esta historia sobre la imposibilidad de luchar contra tus raíces.