Evil Dead Rise es un ejercicio de gore puro y ultraviolento dentro de una saga demasiado loca

Año 1981, el director estadounidense Sam Raimi —que apenas había dirigido algunos cortos— estrena The Evil Dead, que en España se llamó Posesión infernal. Se estrenó con la frase promocional del escritor Stephen King: “La película de terror más ferozmente original del año”. Un grupo de jóvenes van a pasar un fin de semana a una cabaña en mitad de un bosque, donde encuentran un magnetófono y un libro viejo, lo cual abrirá la puerta a un ente de lo más aterrador. Actualmente, es considerada una cinta de culto. Esto dio pie a una secuela seis años después: Evil Dead 2 (1987), en España Terroríficamente muertos. Esta fue más una comedia de terror bastante perturbadora y enfermiza. Y Raimi dio carpetazo momentáneo a la trilogía con El ejército de las tinieblas (1992), en la que había viajes en el tiempo y mucha más comedia.

Luego, Sam Raimi tuvo una exitosa carrera, en la que cuenta con títulos como Rápida y mortal (1995), Un plan sencillo (1998), la trilogía de Spider-Man de Tobey Maguire (2002-2007), Arrástrame al infierno (2009) y, hace poco, Doctor Strange in the Multiverse of Madness (2022). Pero entre medias, la saga Evil Dead tuvo una secuela directa en forma de serie: Ash vs Evil Dead (2015-2018). Además de seis videojuegos entre 1984 y 2011, más de tres series de cómics entre 1992 y 2008 y un reboot de la primera película en 2013 a cargo del uruguayo Fede Álvarez.

Póster original de The Evil Dead (izq.) y Sam Raimi (der.).

Posesión infernal: El despertar

Esta quinta película de la franquicia es una secuela directa de la trilogía original ideada por Raimi, pero con el guionista y director irlandés Lee Cronin al mando del filme. Cronin viene de hacer proyectos donde el terror vivido desde la infancia es tema principal, y en esta ocasión no hay excepción. Seguimos la historia de dos hermanas distanciadas cuyo reencuentro se ve interrumpido por el surgimiento de demonios poseedores, empujándolas a una batalla por la supervivencia junto a los hijos de la mayor de ellas. Esta cinta en un principio iba a ser estrenada directamente en HBO Max, pero Warner cambió de opinión el pasado 2022. 

Puesto ya el contexto, Evil Dead Rise es un sangriento despiporre multireferencial. Y esto se puede interpretar para bien y para mal, y ambas interpretaciones serían válidas. La puesta en práctica del gore puro de su director está más que aprobada. Quien vaya al cine esperando una película violenta, con muchos sustos e incontables litros de sangre, saldrá del visionado contentísimo. Quien espere la locura enfermiza de la trilogía original, que cambie sus expectativas porque de lo contrario no la disfrutará; puesto que lo único que la une a la trilogía de Raimi, aparte del título, son elementos como el libro, las grabaciones en un vinilo y las posesiones llenas de flujos de distintos colores, vísceras y pieles pálidas.

Fotograma de Evil Dead Rise (2023).

Si hay algo que defina a la película, en líneas generales, es la palabra “bestial“. Tiene imágenes del todo poderosas y que resultan tan gráficas y grotescas que pueden provocar alguna arcada o, como mínimo, que alguien aparte la vista de la pantalla. Aunque eso no lo salvará del estupendo diseño sonoro, igual de desagradable. Se cambia la cabaña en el bosque por un edificio en una sucia ciudad. De alguna manera, es como cuando en la octava entrega de Viernes 13 (1989) Jason llega a Manhattan; se trae la mitología que en la franquicia está afincada en un bosque a una ciudad. También un poco como excusa para volverse uno absolutamente loco y tirar por la senda del exploitation. Así pues, destaca por encima de todo su brutalidad y el subtexto sobre cómo contagiar a los hijos los traumas de la madre.

La puesta en escena es interesante, pero da la sensación de que el director quiere remedar el estilo de Sam Raimi. Y sí, tira mucho por el susto fácil, pero no es lo peor de la película. Lo peor de la película son sus valles de calma. Son muy aburridos por vacíos más que por lentos, porque la película es bastante rápida. Es, por encima de todo, un problema de guion. Porque no solo es que sus momentos más relajados sean aburridos, es también que sus personajes secundarios sobran y que, en general, no hay historia. Los secundarios no desempeñan ningún rol aparte de dejarle a la protagonista armas tiradas convenientemente cerca. Y, en sí, no hay nada que contar. Es como un episodio especialmente gore de una serie de terror

Espagueti con tomate

El principal problema es que esta entrega está dentro de una saga que es muy alocada. En Evil Dead 2 los objetos de una casa se echan a reír. En El ejército de las tinieblas el protagonista pelea contra mini-versiones de sí mismo dentro de un viaje a la Edad Media. El problema es haber hecho algo tan normalito para una saga tan loca. Dicho esto, los fans de Evil Dead lo van a ver como las franquicias slasherScream, Pesadilla en Elm Street, Viernes 13—. Lo importante no es que el producto sea una obra excelente que cierre en sí misma. Lo importante, a estas alturas, es que sea funcional. Y siéndolo, que brinde una tanda de ultraviolenta visceralidad. Por ello, Evil Dead Rise es un plato de espagueti con tomate. Porque es un clásico: aunque no lo comes todos los días, siempre que lo sirves gusta. Funciona.

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