El drama más soleado del año — Sin spoilers
Mi madre me recogía del colegio en coche todos los días cuando era pequeña. Recuerdo que una vez me preguntó qué tal el día. Yo no sé qué contesté, supongo que un escaso “bien”, pero recuerdo que ella se enfadó y dijo: “¿Y a mí nunca me preguntas qué tal mi día?”. Me sorprendió mucho esa reacción en apariencia desmesurada; nunca antes se había puesto así porque no le preguntara por su día, cosa que probablemente no hiciera a menudo. Fue la primera vez que pensé: “Mientras estoy en el colegio y me pasan cosas, mi madre tiene su vida y le pasan cosas. Y a veces le pasan cosas malas que la enfadan”. Entonces entendí que mi madre tenía una vida más allá de ser mi madre. Años después, entendería como toda hija que mis padres también tuvieron una vida antes de ser padres. Y de eso va exactamente Aftersun, la ópera prima de Charlotte Wells.
Turquía, años 90. Un padre muy joven y su hija de once años están de vacaciones. Viajan desde Reino Unido: ella vive con la madre en Edimburgo, él hace tiempo que se mudó a Londres. Ella es Sophie, en ese umbral de la preadolescencia donde cuesta encajar entre aquellos que son demasiado pequeños y los que son demasiado mayores. Él es Calum, lleno de cariño y amor por Sophie, pero también un joven en constante búsqueda de la felicidad, de su espacio en el mundo, del equilibrio, que viaja acompañado de varios volúmenes para hacer Tai Chi. Tienen una relación cercana y única, de las que pocas veces se logran transmitir en pantalla.
En Aftersun, una Sophie adulta reconstruye la memoria de su padre a través de las cintas de vídeo y las fotografías de ese significativo viaje. Entiende, por primera vez, lo que se le había escapado, los momentos que parecían sin importancia y que su cerebro de once años no logró registrar, pero que ahora como mujer adulta y madre primeriza entiende y atesora. Querría mirar a su padre con sus ojos de ahora, abrazarle con lo que entiende ahora. Porque no hay nada más duro que entender el sufrimiento de un padre.
Charlotte Wells explora la relación padre-hija como nunca se había hecho: en este coming-of-age por partida doble, la niña se adentra en la pubertad mientras su padre explora los sacrificios de la vida adulta. El gran valor de la directora y guionista es mostrar un millón de situaciones cotidianas y particulares en las que reside la universalidad, haciendo que como espectador no puedas más que sonreír para ti mismo y sentir, comprendiendo. La excelencia de Aftersun está en su capacidad para mostrar con la misma verdad numerosas miradas: la de la Sophie niña, la que la Sophie adulta genera a través de los recuerdos velados; la de Calum hacia sí mismo y hacia el mundo; y finalmente la del espectador, que une las piezas hasta crear al que sin lugar a dudas es el padre más complejo que se ha visto en pantalla.
En su debut cinematográfico, Wells reescribe la paternidad arrepentida, un aspecto que se está explorando crecientemente en la figura materna pero que ha dejado siempre el vacío del padre como una figura violenta o ausente. Mescal desenfunda una interpretación llena de verdad, de ternura, de heridas, de contradicciones, cubriendo todas las aristas de un personaje complejamente humano y se consolida, si no lo había hecho ya, como uno de los actores más prominentes del panorama actual.
Y es que solo Paul Mescal puede albergar en su interior con tanta excelencia las discordancias de ser un padre entregado, un niño sensible y solo, un adolescente perdido, un novio ilusionado. Un hombre que deja que su hija duerma en una cama de matrimonio sola, pero cuyos juveniles cambios de humor – arrebatos de egoísmo, de añoro de independencia – la separan de ella. No es para menos el papel que interpreta la debutante Frankie Corio, con una frescura y una espontaneidad que le otorgan una carisma inmediata. Indudablemente oiremos mucho hablar de ella.
El debut no ha parado de recibir premios: se ha coronado en los British Independent Film Awards con siete premios, en Sevilla se ha llevado el premio a la mejor película de la sección “Nuevas Olas” del festival, en Cannes le han otorgado el French Touch del Jurado, mientras que en los Independent Spirit Awards ha arrasado en las categorías de mejor ópera prima, mejor interpretación protagonista, mejor interpretación revelación, mejor fotografía y mejor montaje. Aftersun llega hoy a las salas de cine españolas y tiene todas las papeletas para conmocionar al público e instalarse en un rincón muy íntimo de su corazón.
2 comentarios en “‘Aftersun’: un descorazonador “ahora entiendo, papá””