Una carta de Ángel Gómez-Lobo y Alejandro Hortal al último gran cineasta americano

Estimado Martin Charles Scorsese:

Como grandes amantes del cine, no podemos hacer nada más que expresarle nuestro mayor respeto y admiración desde las líneas de este modesto artículo. Tanta es la afinidad que sentimos hacia su cine (y especialmente hacia joyas como Uno de los nuestros [1990] o El Irlandés [2019]) que queremos confiarle a usted la adaptación de una de las tramas más peliculeras (y fíjese si las hay en España) jamás organizadas por un grupo de gángsteres, que en esta ocasión no se esconden en las oficinas de una falsa empresa de construcción o en la trastienda de una pizzería-tapadera de Little Italy, sino tras las siglas que dan nombre a una formación política: le estamos proponiendo llevar a la gran pantalla la llamada “Operación Kitchen”, que en su versión cinematográfica podría adoptar como título las estilizadas variaciones Kitchen, Proyecto K (empleada por los propios organizadores) o el más castizo Algo se prepara en la cocina de Génova, nombre que quizá le atraiga más por la referencia a la tierra de sus abuelos que este contiene.

Sabemos que a un director de su talla le place dar a luz obras que bien traen temas trascendentales, que sirvan como retrato de la conducta y las miserias humanas o que bien puedan ser percibidas como fieles crónicas de una época. Le aseguramos que, tratando la corrupción en España, usted está hablando de las más bajas pasiones, entre las que se encuentran la codicia y la lujuria de aquellos que por aforados se sienten intocables, y a la vez está ayudando a derribar el mito del milagro económico español que vivimos tan peligrosamente a principios de siglo y que se materializó en forma de complejos urbanísticos vacíos, tarjetas black, cajas b y más de cuatro millones y medio de parados.

Como hasta a los exploradores más audaces les aterra adentrarse en parajes desconocidos, le aclaramos que las acciones de los contubernios mafioso-políticos ya tienen varios antecedentes en la cinematografía española, pues hemos podido disfrutar en nuestras salas de cine de obras como El Reino (Rodrigo Sorogoyen, 2018) o B, la película (Luis Ilundain, 2013), que narra el juicio de un Luis Bárcenas brillantemente interpretado por el actor Pedro Casablanc, al que podría rescatar, esta vez como actor secundario, para crear así una secuela espiritual de la obra de Ilundain.

Sé que usted no es fan de las películas de Marvel. Pero piense en el potencial que podría tener una franquicia basada en la corrupción española: yo le recomendaría que se centrase en construir un Universo Cinematográfico del Partido Popular, pues las tramas de la Distinguida Competencia de nuestros antihéroes son o bien más chapuceras (Caso ERE) o quizá entran ya en el terreno de la acción o el thriller misántropo (Caso GAL), géneros por los que quizá se interesen más colegas suyos como David Fincher o Brian de Palma.

Dejemos los preámbulos y entremos en materia. ¿En qué consiste exactamente la Operación Kitchen? Si resulta que las pesquisas de los investigadores están llevando a la Fiscalía Anticorrupción hacia la dirección correcta (y todo parece indicar que sí), estaríamos hablando de un caso de espionaje político más escandaloso que el Watergate, que incluiría a un cura armado, a un excomisario extorsionador, a una brigada de policía clandestina y hasta a un chófer que estaría actuando como agente doble. En definitiva, Proyecto K estaría protagonizado por un grupúsculo de personajes muy machos, que demuestran su masculinidad a base de fuerza y de probar, a fin de cuentas, quien la tiene más grande. Aunque su película contaría con un nada desdeñable elenco de malhechores, le advierto de que en la adaptación del Watergate español no contaría con un villano con la infame aura de Richard Nixon, sino con un manso (y hasta tierno) político gallego llamado Mariano Rajoy Brey, que podría ser interpretado por el actor estadounidense Jeffrey Tambor.

Ante todo, necesitamos un protagonista. Y el protagonista de esta trama es el exsecretario de Seguridad de Estado Francisco Martínez: como todas las grandes historias, esta comienza con Francisco Martínez, conocido como “Paco-Bomba” o “Choco-Paco” por sus compinches, siendo interrogado por la Fiscalía y rememorando ese aciago año 2013 en el que comenzó todo, al estilo del Mark Zuckerberg de Fincher en La red social (2010). Damos entonces un salto al pasado y descubrimos a nuestro protagonista, por entonces número dos del Ministro de Asuntos Interiores Jorge Fernández Díaz, coordinando un operativo que busca sustraer una serie de documentos “sensibles” a Luis Bárcenas, el extesorero del partido en el Gobierno. Para hacerse con estos documentos, que contienen información sobre una serie de sobresueldos pagados con dinero negro, Martínez deberá aliarse con el misterioso excomisario José Manuel Villarejo, un escurridizo personaje especializado en el espionaje y el chantaje; prácticamente un personaje recién salido de una de esas películas rancias de agentes secretos que sigue el guion de tantas otras.

Aunque antes hemos propuesto a Pedro Casablanc para el papel de Bárcenas, quizá en su tierra, Martin, es más conocido Christian Bale, que con una caracterización similar a la que adoptó en El Vicio del Poder (Adam McKay, 2018) podría, sin duda, dotar de vida al controvertido extesorero. A la hora de escoger al actor que interpretará a nuestro protagonista, Francisco Martínez, tiene ante usted dos caminos: por un lado, puede contar con el actor Antonio Romero (La trinchera infinita, Jon Garaño, Aitor Arregi [2019]) si quiere llevar a cabo una adaptación más seria. Y, por otro lado, sería más que interesante incluir en el elenco al cómico Aníbal Gómez, miembro del grupo de subnopop Ojete Calor, que abriría la puerta del esperpento, un género a la vez universal y profundamente patrio, en el que, en una realidad deformada, se reúnen lo cómico y lo trágico: la alegría de las comilonas y mariscadas pagadas con dinero negro y la tragedia de las familias que ese mismo día están siendo desahuciadas, pagando injustamente la opulencia de los poderosos.

 

  1. Christian Bale en El vicio del poder (Adam McKay, 2018) 2. Francisco Martínez (EFE) 3. Antonio Romero en La trinchera infinita (La trinchera infinita, Jon Garaño, Aitor Arregi) 4. Aníbal Gómez en el programa VodafoneYU

Y siguiendo por la senda del esperpento (o quizá no tanto), el exministro de Interior podría ser interpretado por el conocido Pepe Viyuela, que además de compartir la alopecia de Fernández Díaz, tiene experiencia interpretando al legendario agente de la T.I.A Filemón. Y es que Filemón, junto a su inseparable compañero Mortadelo, ha lidiado en las viñetas de los tebeos de Ibáñez con tantas desventuras, porrazos, chapuzas y cloacas como cualquier ministro del Interior del mundo. Para interpretar a Villarejo necesitamos a un tipo que sepa intimidar, que demuestre que lleva la malafollá española bien dentro: Antonio Resines o José Coronado, aunque este papel también se lo podemos ofrecer a Robert De Niro (hágale una llamadita, por si cuela).

 

  1. Jorge Fernández Díaz (Foto del Ministerio de la Presidencia).
  2. Pepe Viyuela en La gran aventura de Mortadelo y Filemón (Javier Fesser, 2003).
  3. José Manuel Villarejo en una entrevista en Salvados.
  4. José Coronado en No habrá paz para los malvados (Enrique Urbizu, 2011).
  5. Antonio Resines en una entrevista para El Hormiguero.
  6. Robert De Niro en El Irlandés (Martin Scorsese, 2019)

Avancemos en la trama: la alianza Villarejo-Martínez terminará constituyendo un grupo clandestino de más de 70 policías para espiar a Bárcenas y a su mujer, Rosalía Iglesias, para asegurarse de que no tiran de la manta y para hacerse con las pruebas incriminatorias que el extesorero popular guarda con recelo en su casa de la calle Príncipe de Vergara. Estos documentos, en el film, no son más que un McGuffin para presentar una serie de personajes esperpénticos, como el comisario Enrique García Castaño ‘El Gordo Big Talla’: un papel que podría ser encarnado por el legendario Mike Myers, pues es más que conocida su habilidad para interpretar personajes gordos y un poco cabrones. Por otro lado, tenemos a Sergio Ríos, un chófer infiltrado al estilo del Sr. Park (Parásitos, Bong Joon-Ho [2019]) en la familia de Bárcenas que, a cambio de 2000 euros mensuales y un puesto en la Policía, sustraerá el móvil de Rosalía Iglesias para examinar su agenda telefónica. Para interpretar a este agente doble hemos pensado en el cómico alcalaíno Carlos Labrado ‘Nene‘; que posee un apreciable parecido físico.

 

  1. Enrique García Castaño (Infolibre)
  2. Mike Myers interpretando a “Gordocabrón” en Austin Powers: la espía que me abrazó (Jay Roach, 1999)
  3. Sergio Ríos (Hoy)
  4. El comico Nene en El Club de la Comedia

Sin duda, la escena que no podría faltar en esta película es la protagonizada por Enrique Olivares, un buscavidas, un criminal de poca monta, que antes de unirse a la trama ya había hecho sus pinitos con el narcotráfico en América del Sur (si le interesa especialmente este personaje, da para todo un spin-off). El día 23 de octubre de 2013, ataviado con una sotana y haciéndose pasar por sacerdote, Olivares se planta en la puerta del domicilio de la familia de Bárcenas al más puro estilo Funny Games (Michael Haneke 1997), aprovechando que el padre de familia no se encuentra en casa. Unos minutos después, Olivares desenfunda una pistola e inmoviliza a Rosalía, a su hijo Guillermo y a la criada sirviéndose unas bridas. La escena culmina con un enfrentamiento físico, al más puro estilo NCIS, entre el cura-secuestrador y Guillermo ‘Willy’ Bárcenas, en el que termina venciendo el vocalista de Taburete.

https://www.youtube.com/watch?v=gvBW_fD-Lh0&ab_channel=Antena3

Este combate a su vez puede simbolizar la lucha eterna entre las dos Españas, si interpretando a Olivares tenemos Enrique San Francisco y si al Willy más famoso de España lo interpreta el segundo Willy más famoso de España: Willy Toledo. No sabemos si al líder de Taburete le hará mucha gracia ser encarnado por un actor que se sitúa en sus antípodas ideológicas, pero se lo podemos compensar: si los miembros de Taburete quieren, están invitados a componer la BSO de la película (pero que no se preocupen, en el proceso no van a tener que ponerse ni una puta mascarilla).

 

  1. Enrique Olivares (El Mundo)
  2. Enrique San Francisco en una entrevista para El Hormiguero.
  3. Willy Bárcenas en una entrevista en el programa Chester.
  4. Willy Toledo (Foto de Malopez21, licencia Creative Commons)

No te preocupes, querido Martin: lo hemos pensado todo. Para asegurarnos el éxito en taquilla de esta película, añadimos a nuestro variado cast a Carmen Machi en el papel de Soraya Sáez de Santamaría, alias ‘Pequeñita’, dentro de la trama. Y para completar el reparto femenino (sabemos que tampoco tiene gran espacio en tus películas) hemos pensado en Cristina Cifuentes, que desde que dejó la política anda un poco perdida por los platos de Telecinco, ¿quién se va a meter mejor en la piel de una política popular de dudosa credibilidad que una política popular de dudosa credibilidad? Exacto: estas Navidades, Cristina Cifuentes interpretará a María Dolores de Cospedal.

 

  1. Soraya Sáez de Santamaría (PP Comunidad de Madrid, foto con licencia Creative Commons).
  2. Carmen Machi (Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, foto con licencia Creative Commons).
  3. María Dolores de Cospedal (PP Comunidad de Madrid, foto con licencia Creative Commons).
  4. Cristina Cifuentes (Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid).

Dicho esto (y por si aun no está convencido del todo), no estaría de más mencionar las numerosas posibilidades que este proyecto es capaz de ofrecernos, pues las personas implicadas en esta trama sirven también como elemento conector con otros numerosos guiones que se suceden en el país que vio crecer a Pedro Almodóvar. Es así que Operación Kitchen no es sino el primer paso para inaugurar el gran universo cinematográfico que hemos mencionado anteriormente, el UCPP, que rivalizaría en taquilla (tal y como lo hace en el Congreso) con el UCSOE, que presenta un cine de acción más oscuro y cercano a El Padrino (1972) de Francis Ford Coppola, con el misterioso Señor X, la cal viva y las toallas húmedas como grandes protagonistas. Si queremos ofrecer más ligero: la vida política en la gran pantalla, disfrazada de interesantes culebrones telenovelescos, como el del máster de Cifuentes; o podemos presentar una divertida trama a lo Bonnie & Clyde, que narre las peripecias de Esperanza Aguirre, “La Hope”, e Ignacio González, alias “Jaime Liberal. Si se ve demasiado abrumado por la lluvia de ideas, pregúntele a algún colega suyo al que le pueda interesar dirigir la nueva entrega de la saga Ocean’s, ahora ambientada en la Andalucía más profunda. Y sí, es difícil ver a Clooney y Pitt como Chaves y Griñán; pero más difícil es imaginarse al DiCaprio de Atrápame si puedes (Steven Spielberg, 2002) interpretando al emérito Juan Carlos I.

Esperamos que considere nuestra propuesta.

Un afectuoso saludo,

Fdo.

Ángel Gómez-Lobo y Alejandro Hortal Jiménez.

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