Sé sincero, ¿alguna vez has logrado conseguir todos los propósitos de tu lista de año nuevo? Seguramente la respuesta sea no. Las razones más comunes por las que no llegamos a cumplir estas metas o deseos son la falta de motivación y las expectativas surrealistas. ¿De verdad te veías capaz de ir al gimnasio todos los días, sin fallo?

Y ahí está el problema: no vernos capaces de conseguir lo que nos proponemos. Cuando escribimos estas listas, lo hacemos llenos de motivación e ilusión, enumerando demasiadas cosas que desde el principio sabemos que probablemente ni vayamos a empezar. ¿Realmente puedes visualizarte a ti mismo consiguiendo estos objetivos y cómo te sentirías al conseguirlos? ¿Lo has intentado?

De una forma muy simplista, aquí entra la mística ley de la atracción. Esta ley es la creencia pseudocientífica de que los pensamientos (conscientes e inconscientes) influyen sobre las vidas de las personas, argumentando que son unidades energéticas que devolverán a la persona una onda energética similar a la emitida. Es decir, que con los pensamientos conscientes puedes atraer las cosas que quieres en tu vida, al igual que los inconscientes pueden ser responsables de lo que pasa en ella. Esta idea carece de respaldo científico.

La historia

Si eres de naturaleza escéptica no huyas todavía, tengo una explicación que tendrá sentido para ti. Pero primero, déjame avanzarte algo más sobre el origen de esta creencia. No se puede señalar exactamente el origen de esta ley, pero algunos autores identifican antecedentes históricos de la ley de la atracción en religiones como el hinduismo o encuentran referencias en el judaísmo y cristianismo. A pesar de estos antecedentes, no se puede confirmar que esta ley no sea una invención irracional. De todas formas, es interesante saber cómo funciona y por qué se cree que funciona.

La ley de la atracción se convirtió en algo mainstream especialmente en Estados Unidos con la publicación del libro y también documental titulado The Secret (Rhonda Byrne, 2006), donde desvela “el secreto mejor guardado de la humanidad, que la gente con poder no quiere que sepas”. Como podéis anticipar, fue objeto de gran controversia, crítica e incluso parodia por parte de los mismísimos personajes de Los Simpson. El documental se encuentra en Netflix y, sinceramente, se pueden entender perfectamente las bromas que surgieron a partir de él con solo ver los primeros minutos.

Es importante saber que este libro y su correspondiente película no dictan la ley de la atracción y, en mi opinión, puede manchar su imagen y crear más escepticismo que mentes abiertas por su aspecto un poco cutre y sus promesas de “te puedes convertir en millonario y solucionar todos tus problemas”. Culpemos a la mentalidad americana.

¿Cómo funciona y cómo puedo aplicarlo?

Para los no escépticos: hay que empezar pensando que el universo tiene un plan para todos nosotros, distinto a nuestro propio plan personal y en su propio tiempo, por lo que hay veces que no sirve de nada agobiarse e impacientarse por las cosas que quieres, llegarán en su tiempo. Además, la energía que desprendemos hacia él es la que nos acabará devolviendo.

Podemos hacer un ejercicio consciente para intentar atraer la energía que nos conviene a través de la manifestación, que es una forma de enfocar nuestros pensamientos como si nuestros deseos ya se hubieran cumplido. De esta manera, estamos mandando una energía al universo como si ya tuviéramos lo que queremos y este nos lo devolverá haciéndolo realidad.

Para los escépticos, aquí traigo vuestra explicación lógica. Exista o no exista esta ley, no hay duda de que existe la sugestión humana. Si tenemos pensamientos optimistas, vamos a tener una actitud positiva y por lo tanto es más probable que nos ocurran cosas positivas, o que las afrontemos con una mejor perspectiva. Por el contrario, si somos muy pesimistas y tenemos una actitud negativa, las cosas que nos ocurran nos van a parecer peores. Si con esta ley nos predisponemos a que pasen las cosas que queremos, inconscientemente estaremos realizando acciones que nos acerquen hacia estos deseos.

Ilustración de Callie Fink.
Ilustración de Callie Fink.

La ley de la atracción no solo versa sobre objetos materiales o dinero que quieras atraer en tu vida, de hecho, si empiezas con esta mentalidad es muy probable que no consigas nada. Muchas personas que descubren esta ley prueban a intentar pedir una especie de señal de que funciona como, por ejemplo, ver una carita sonriente naranja o una estrella azul: algo sencillo pero no demasiado común. La visualizan en su mente e intentan sentirse de la manera que se sentirían si al final vieran esta señal. Por supuesto hay que hacerlo con mucha convicción y mente abierta, pero te animo a probarlo. En mi caso, “pedí” ver mariposas blancas, me imaginé viéndolas y el sentimiento de sorpresa y alegría que sentiría al verlas.

Ariana Grande habla de cómo utiliza ella la ley de la atracción y la manifestación en la canción just like magic de su nuevo álbum positions. Te animo a que la escuches y prestes atención a su letra. Cada persona tiene su manera de aplicar esta ley: se pueden utilizar métodos como escribir tus deseos en papel, pensarlos y “mandarlos” sobre un vaso de agua y bebérselo, utilizando la meditación o las afirmaciones diarias si queremos atraer algo.

Al mismo tiempo, podemos liberarnos de cosas o ideas que no queremos en nuestra vida de la misma manera a través de nuestros pensamientos, visualizando cómo esta energía sale de nuestro cuerpo o, de nuevo, escribiéndolo en un papel pero esta vez quemándolo.

Todos estos métodos pueden considerarse como una forma simbólica de aplicar esta ley para ayudarnos a nosotros mismos a centrarnos en lo que estamos intentando manifestar o liberar. Aunque a través de redes sociales o distintos libros sobre la manifestación a veces intenten convencer de lo contrario, personalmente creo que no hay una manera correcta o incorrecta de realizarlo, solo la que sea más cómoda para cada uno.

Dicho esto, y para terminar, te animo a que este año al hacer tu lista de propósitos tengas en mente esta dinámica. Reflexiona, visualiza, libera, siente como ejercicio, y comprueba si con este nuevo año afrontas las cosas de manera diferente. A veces es liberador dejarse llevar un poco y ver lo que el universo tiene preparado para nosotros sin oponer resistencia. Si este artículo ha levantado curiosidad en ti por el tema, también te animo a que investigues y profundices en ello por tu cuenta, esto solo es el principio.

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