Esta semana os traemos tres recomendaciones que perfilan el pasado y el presente de la sociedad española. 

Literatura: Lazarillo de Tormes (1554)

Un clásico de la literatura española que refleja a la perfección la picaresca española, vigente en cierto modo en nuestra sociedad hasta el día de hoy. Lazarillo de Tormes narra de forma epistolar y autobiográfica la historia del joven desde que su madre le vendió. Lazarillo pasa por varios dueños, con los cuales pasa todo tipo de penurias. Maltrato, hambre, pobreza y hasta una violación. El joven no llega a ser exitoso ni feliz en ningún momento de su vida, pero se conforma de cara a los demás. La autoría del libro no es clara ya que, en el siglo XVI, no era seguro para nadie hacer una crítica tan dura a la sociedad y, en especial, a la iglesia, con acusaciones de abusos y echando en cara la avaricia de los párrocos del momento. 

Portada del libro Lazarillo de Tormes. (Editorial Verbum)

Música: Raffaella Carrà

Sin ser española, Carrà marcó toda una época en la televisión y en la música de nuestro país. La italiana trajo temas como la libertad sexual a una sociedad española recién salida del franquismo. Su sueño siempre fue ser una gran coreógrafa, cosa que aplicó a sus espectáculos, con aquellos icónicos pasos de baile donde su flequillo era una parte más del movimiento. En España se hizo popular gracias a su aparición en el programa ¡Señoras y Señores! y su posterior especial La Hora de Raffaella Carrà, muy criticado por una sociedad rancia que no entendía “cómo una italiana podía ocupar tantas horas en la televisión española”. Raffaella no solo fue conocida por sus míticas canciones como Fiesta, Hay que venir al sur o Rumoretambién tuvo varios papeles en Hollywood en películas como Julio César, el conquistador de las Galias

Raffaella Carrà. (El País)

Cine: Bienvenido, Mr. Marshall de Luis García-Berlanga (1953)

La película, escrita por algunos de las más grandes figuras del cine español como lo eran Mihura y Bardem, narra cómo se prepara un sencillo pueblo español para recibir a los americanos que traerían el Plan Marshall. Los habitantes de este sencillo pueblo se atavían con trajes andaluces e incluso consiguen que una joven cantora vaya al pueblo para recibir a los diplomáticos estadounidenses. En la película, como en la realidad, los diplomáticos pasan de largo por el pueblo, sin traer ninguna ayuda económica. Debido a la dictadura franquista, Estados Unidos no dio la ayuda que sí dio a otros países tras la Segunda Guerra Mundial, culpa de las relaciones que mantuvo Franco con el Eje. 

Cartel de la película Bienvenido, Mr. Marshall.

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