Antigonía es una obra de teatro radical y física que transporta el mito griego a la actualidad y reflexiona sobre la violencia y la dualidad mujer-hombre

El arte es un gran reflejo de la sociedad, pues intenta entender —y no explicar— de dónde viene, cómo es y hacia dónde va la humanidad y su entorno, ya que la cultura es uno de los principales diferenciadores entre el ser humano y el resto de animales. En parte, el mayor atractivo de la creación artística reside en su capacidad de interpelar al público para que este construya su propia interpretación y reflexione sobre lo que acaba de ver, escuchar, leer o sentir. Bajo esta premisa se enmarca Antigonía, una obra de teatro trágica que va mucho más allá de ser una adaptación del mito de Sófocles y que pretende impactar al público desde lo visceral y la incomodidad. Porque… ¿quién querría verse representado en la vorágine de violencia que representa la obra y que ha llevado al hombre hasta lo que es hoy en día?

Pero antes de analizar Antigonía, conozcamos la historia que le da título. “El mito comienza con Etéocles y Polínices, los hermanos de Antígona, dándose muerte mutuamente en una disputa por el trono de Tebas. Creonte, el tío de Antígona, se autoproclama rey de Tebas y dicta su primera sentencia: mientras que Etéocles será enterrado en un acto conmemorativo con todos los honores, Polínices, el traidor, será abandonado y condenado a no ser enterrado, dejando así su cuerpo a la intemperie, pasto de gusanos y buitres. Antígona tendrá entonces que enfrentarse al dilema más importante de su vida: dejar el cuerpo de su hermano abandonado o enterrar el cuerpo incumpliendo así el edicto de Creonte”, narra Bestiario Creación, la compañía de la obra.

Pero, como veíamos, Antigonía propone una experiencia muy alejada de la narración clara de esta historia, rechazando cualquier convencionalismo o la búsqueda de realismo para abordar una interpretación física y radical sobre la propia evolución de la naturaleza humana y su vinculación con la violencia desde una óptica contemporánea. El mito, por tanto, es el foco que dirige una obra libre, y sus referencias más claras las encontramos en la maravillosa escena de la lucha entre los dos hermanos y en la unión de las tres actrices que ilustra la fortaleza de Antigonía o, en esencia, de la mujer.

Imagen de la obra teatral 'Antigonía'. (Bestiario Creación)
Imagen de la obra teatral Antigonía. (Bestiario Creación)

La obra está interpretada por Patricia Berenguer, Lorena Cervera, Moisés Chic, Pablo Ríos, Paula Susavila y Borja Minaya, los seis jóvenes que conforman a Bestiario Creación, una compañía que indaga en “la investigación de lenguajes escénicos” desarrollando “un teatro arriesgado”. La obra plantea una inmersión absoluta del reparto durante la hora y cuarto de duración y les exige una carga emocional extrema donde sus cuerpos expresan más que sus palabras. Sin duda, Antigonía cumple con el objetivo de la compañía al suponer un reto actoral para sus integrantes, que deben desundarse metafórica y literalmente en cada una de sus funciones, que son únicas e irrepetibles al ser esta una obra concebida desde la improvisación y la práctica de los Viewpoints, que da un protagonismo absoluto al movimiento

Por su parte, Antigonía cuenta con la dirección de Lorena Benito y Antonio Malonda y con la apabullante coreografía de Anna Alcázar, que se mueve entre lo agresivo y lo intenso colaborando con la iluminación para jugar con las sombras. A esto, hay que sumarle una idónea ambientación musical que profundiza en la oscuridad de lo representado y en la ruptura total de la cuarta pared para aprovechar al máximo el espacio. En este sentido, el reparto busca una interacción activa con el público a través de la mirada, situando explícitamente a los espectadores como los receptores y apostando por la intimidación como vía para la identificación con la obra.

En cuanto a la narración, esta es difusa y plantea más ideas que hechos. Su temática tiene un marcado carácter político y antibelicista que se mueve entre la época antigua y la actual. Además, plantea tres dualidades que impregnan toda la obra: mujer-hombre, rico-pobre y violencia-amor. Sobre estos ejes se consolida Antigonía y sus intérpretes, cuyo comportamiento tanto corporal como hablado apuesta por la repetición de movimientos y proclamas, entre ellas: “El hombre, ese monstruo prodigioso”, “¿Qué harás tú con tu espada?” o “¿Un enemigo, incluso tras su muerte, jamás se convierte en un amigo?”. Todas ellas se dirigen a un público aturdido que, aun así, no aleja la vista del escenario ante la expresión de lo que ha demostrado ser la humanidad a lo largo de su historia.

Entre otros reconocimientos, Antigonía ha recibido dos galardones en los Premios Cinemagavia 2023 a mejor dirección de teatro y mejor puesta en escena. Próximamente, la obra volverá a la Sala de Teatro Bululú2120 de Madrid los días 14, 15, 21, 28 y 29 de septiembre. Las entradas ya están disponibles en Atrápalo. ¿Te atreves a formar parte de esta experiencia?

Para ampliar: ‘Empecemos por que no estás’: la atracción de las raíces

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