Un videojuego asesinado por el hype
Cyberpunk 2077 de CD Projekt ha sido sin duda uno de los títulos más esperados de los últimos años, y no es para menos. La campaña publicitaria ha sido masiva e increíblemente efectiva, como pudimos ver con el revuelo que se armó en la presentación del juego en la conferencia del E3 de 2019. Millones de jugadores en todo el mundo esperábamos con ansia la fecha de salida, la cual, a pesar de ser aplazada en numerosas ocasiones, finalmente llegó el 10 de diciembre de 2020 para todas las plataformas. En todas ellas, el estado actual del juego es deleznable, siendo prácticamente imposible de jugar en las consolas de la pasada generación. La cantidad de errores o bugs que se pueden encontrar es inconmensurable y, en ocasiones, imposibilita el progreso en la historia del juego.
Esto ha provocado que las reacciones del público sean mixtas, desde defensores acérrimos hasta jugadores tan decepcionados que lo han reembolsado. En esta reseña, me centraré en los aspectos principales del juego, separándolos en positivos y negativos, dejando un poco de lado el aspecto técnico que, obviamente, requiere soluciones lo antes posible por parte de los desarrolladores.
Lo bueno
En primer lugar, los personajes del juego, en general, están muy bien construidos, tienen profundidad y unas evoluciones bien desarrolladas. Es fácil encariñarse con ellos e incluso sentirse afectado por los eventos que acontecen a lo largo de la trama. También cabe destacar que los diálogos son excelentes, con toques de humor no forzados y momentos inolvidables que hacen que los jugadores queramos explorar todas las opciones de diálogo.
El mapa en el que se desarrolla el juego, la gran metrópoli conocida como Night City, es impresionante. La ciudad está construida en detalle, contando con distritos muy diferentes entre sí, cada uno con una personalidad única. Aventurarse por los oscuros callejones de las zonas más peligrosas o conducir por las amplias avenidas rodeadas de rascacielos es una experiencia sin igual, lo que deja en evidencia la cantidad de esfuerzo y cariño que se ha invertido en este aspecto del juego.
Pero, sin duda, los aspectos más conseguidos del juego son la narrativa y la forma de llevar la trama, la cual hace que nos metamos en la piel de nuestro personaje. La historia principal es muy interesante y se va desarrollando de forma muy natural. A lo largo de ella iremos conociendo a personajes cuyas historias se intercalan con la nuestra y tendremos acceso a numerosas subtramas que nada tienen que envidiar a la principal. Existen gran cantidad de misiones secundarias en el juego que hacen que siempre estemos ocupados. Sin embargo, esto último es un arma de doble filo ya que cuenta con un aspecto negativo que veremos más adelante.
Lo malo
Los trabajos y misiones secundarios se pueden volver bastante agobiantes y repetitivos ya que el juego es un no parar de recibir diversos encargos que se van acumulando y, al haber tantos, es inevitable que se vuelvan parecidos entre sí. Además, muchos de ellos no tienen profundidad alguna y hacen que el jugador se sienta como un mero recadero.
La falta de libertad en muchos aspectos del juego es un problema, sobre todo teniendo en cuenta que el título se vendió como un juego en el que tendríamos control absoluto sobre todo lo que hacemos o decimos. Sin embargo, la realidad es que en la mayor parte del juego las decisiones están muy limitadas, al igual que las interacciones con los personajes. Si bien es cierto que en la historia principal sí podremos tomar decisiones importantes, en muchos tramos del juego se nos establecen las formas de proceder, de forma lineal y marcada, lo cual no fomenta la creatividad de los jugadores.
El apartado gráfico del juego es bastante inferior a lo que se nos enseñó. A pesar de que el sistema de iluminación está bien conseguido (a pesar de los bugs), las texturas y sombras en general están bastante anticuadas y, aún así, requieren una gran cantidad de memoria gráfica para ser procesadas correctamente. Y eso nos lleva al siguiente punto: para poder disfrutar del juego en su plenitud, necesitarás un ordenador de aproximadamente 2.000 euros, lo cual contrasta con los requisitos recomendados que se hicieron públicos previamente.
Por último, cabe mencionar que la jugabilidad en algunos aspectos deja bastante que desear. Si bien es cierto que se dan bastantes libertades para que cada jugador escoja la forma de combate que más le guste, muchos aspectos no están del todo pulidos. El sistema de sigilo es arcaico y poco satisfactorio y el combate directo, a pesar de ser entretenido, se hace repetitivo al cabo de unas horas si optamos por combatir con armas a distancia. En cuanto al hackeo, a pesar de ser una buena idea, se podría haber desarrollado un poco más ya que la cantidad de acciones que podemos realizar es muy limitada pero, a pesar de ello, se complementa bien con otras formas de combate.
En conclusión, el juego en general no ha cumplido con las expectativas de la comunidad, pero no es culpa solo de los desarrolladores ya que han sido presionados para lanzar el juego a la venta cuando es obvio que todavía no estaba terminado. Actualmente, los aspectos positivos se ven eclipsados por la cantidad de errores que tiene el título, los cuales no voy a listar porque no terminaría y, personalmente, no recomendaría su compra en este momento. Sin embargo, desde CD Projekt nos han asegurado que van a trabajar para arreglar todo y hacer que el juego sea lo que los jugadores esperábamos.
Una lástima el resultado final, este era uno de los juegos más esperados. Pero así sucede cuando las compañías van solo tras el dinero de los consumidores, sin esforzarse por entregar un resultado de calidad; es obvio que con toda esta situación de la pandemia, las empresas están desesperadas por restablecer sus ganancias, pero esta no fue la manera, creo yo.
Había pensado seriamente en comprarlo hasta que me percaté de la decepción del fandom. Voy a esperar a que hagan esos supuestos arreglos y entonces veremos si ha valido la pena.