Entrevista a una dibujante

Si usas asiduamente Instagram y sigues cuentas de contenido artístico, es muy probable que en el último tiempo hayas observado como los usuarios de distintas disciplinas artísticas, ya sea dibujo, tatuaje o fotografía, se quejan de que sus publicaciones no llegan a sus seguidores. Hoy hablamos con Sofía Kofoed, una joven dibujante que publica sus ilustraciones en esta red social, para que nos cuente cuál ha sido su experiencia con el algoritmo. 

Pregunta: ¿Por qué Instagram?

Respuesta: Elegí Instagram para difundir mi arte porque es muy visual, no como otras plataformas como Twitter o Facebook. Si me dedicara a la poesía quizá hubiera escogido Twitter. Pero yo hago dibujo sobre todo, entonces Instagram era la que más me podía ofrecer y, además, es la red social que más controlo y, por tanto, la más cómoda para mí.

P: ¿Conoces cómo funciona el algoritmo de Instagram?

R: Oigo muchas quejas del algoritmo de Instagram porque, al parecer, cambia bastante rápido. Antes lo que más importaba eran los likes, luego lo que más importó fueron los comentarios y, ahora, si no me equivoco, digamos que la jerarquía ha cambiado otra vez, que es algo de lo que se quejan muchos artistas. Sucede que, si no tienes interacciones de cierto tipo, por ejemplo, comentarios o que se guarden tu publicación, Instagram puede hacerte shadow ban, que significa que no apareces en el timeline.

Esto antes no funcionaba así, sino que simplemente era por orden cronológico. Seguimos a muchísima gente y, por eso, Instagram intenta que veas lo más relevante, porque hay cosas que aunque se acaben de publicar no te interesan. Pero esto puede perjudicar a muchos artistas porque si no consiguen cierto tipo de interacción por parte de sus seguidores, es como si a estos seguidores no les interesara y esto no siempre es cierto.

Ahora hay otros dos botones a tener en cuenta. Uno de ellos es el de “guardar la publicación”. Puedes guardar, de forma privada, publicaciones de la gente en diferentes colecciones, y eso está muy bien visto para el algoritmo. Cuanta más gente se guarde tu publicación más se difunde. Luego hay otro botón, el de “compartir”. Es cuando tú compartes una publicación con alguien, tanto en tu historia como por mensaje privado. Por ejemplo, si hay una publicación que te gusta mucho y crees que le va a gustar mucho a tu amigo, se la envías. Si tienes un perfil de empresa puedes ver cuántas personas han guardado tu publicación y cuántas la han compartido, aunque eso está cambiando un poco por la protección de datos.

P: ¿Cómo ha influido esto en tu trabajo?

R: En mi caso, no dejo que esto influya mucho en mi trabajo. He decidido que no tengo que dar explicaciones de cuando publico y cuando no. Es una cuenta artística y hay que tener en cuenta los flujos artísticos. Intento que no me afecte el algoritmo, aunque sí que hay veces que me he currado muchísimo un dibujo y solo ha conseguido 12 likes contados. Parece que nadie se lo guarda, a nadie le gusta, nadie lo comparte. Sin embargo, hay dibujos que para mí no significan gran cosa, los subo y lo petan.

Sé que también tiene que ver mucho con a qué hora se publica. Si no me equivoco, las fotografías son relevantes durante unas tres horas. Si acabas de hacer un dibujo a la una de la mañana y te apetece publicarlo, digamos que hasta las cuatro va a estar más presente. Pero luego, si no ha recibido muchas interacciones en ese periodo, no va seguir enseñándose tanto. Hay gente que tiene muy pensado las horas a las que publica, los hashtags que pone, etc.

Yo, personalmente, no tanto. Antes me importaba más porque había ligado una empresa a mi cuenta de arte y, obviamente, hay un mayor beneficio si tienes más interacción con la gente. Pero durante los últimos dos años solo la uso como refugio artístico. No pienso tanto en el algoritmo. Sí que hay veces que me ha sorprendido mucho. Recientemente, subí un dibujo que consiguió llegar a la página de explorar porque llegó a 8.000 personas y se la habían guardado más de 100 personas. No tenía tantos comentarios porque era una publicación más introvertida. La gente no quiere compartir tanto eso pero se lo guarda.

Es muy interesante entender cómo funciona el algoritmo, pero creo que es bastante esencial en cuentas artísticas que no todo se convierta en los números. Conozco cuentas que ni siquiera utilizan hashtags y tienen miles de millones de seguidores. Pero prefiero una cierta libertad de creación, sobre todo porque se trata de algo artístico y no me gusta controlarlo. Diría que a día de hoy no me está ni beneficiando ni perjudicando. Podría haberme aprovechado mucho más del estallido que hubo con mi última publicación, pero no he vuelto a publicar desde entonces. No dejo que controle ni el ritmo de producción ni el contenido que publico según lo que más le gusta a la gente. Aun así, creo que es importante conocer las reglas del juego y luego decidir si saltártelas o no.

El mundo del arte nunca ha sido fácil. En estos últimos tiempos, tenemos que sumarle una complicación más: las arbitrariedades del algoritmo. Desde Discordia te invitamos a apoyar a los pequeños artistas para que puedan desafiar al algoritmo. Conoce el trabajo de Sofía en su cuenta de Instagram.

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