El cine español no es solo guerra civil y comedias simples; el cine español es más, mucho más, y hay que valorarlo.

Se acercan los Premios Goya de 2022 y no hay mejor momento para reflexionar acerca del cine nacional. Para exponer lo siguiente, es necesario contextualizar el motivo de este artículo con una experiencia personal de quien ahora escribe. Hace unos meses, a través de una red social que no mencionaré, mantuve una conversación sobre cine con una persona que no conozco. Hablamos de Bergman, Park Chan-wook, el Studio Ghibli y demás. Yo hablé de lo mucho que me gustaba el cine quinqui y de lo importante que es para el cine español que vino después. La persona me dijo que el cine quinqui no estaba mal, pero que en general “el cine español es basura”. Es, como toda opinión sobre cualquier arte, respetable, aunque, bajo mi no solicitado punto de vista, inmadura.

Decir que el cine español es malo es tan original como decir “No me gusta Justin Bieber“, “Odio el final de Juego de Tronos” o “Telecinco es telebasura”; cosas que todo el mundo sabe y que no todo el mundo comparte, aunque alguna sea cierta. Y si hay una verdad absoluta es que no hay nada más mediterráneo que odiar el cine nacional. Ocurre en España como ocurre en Italia, cuando ambos cines son enormemente valorados en el extranjero.

Fotograma de Spanish Movie (Javier Ruiz Caldera, 2009).

Y sí, es cierto, en España todos los años hay mínimo una película que se basa o se sitúa en el período de la guerra civil, y esto se debe a que no podemos quitarle peso a una herida que a día de hoy sigue abierta. Por ello, el cine, como cualquier arte, plasma la preocupación social por la historia del país del que nace. Y eso se puede ver en todos los países con una industria cinematográfica más o menos estable y con inquietudes. Es verdad, además, que hay muchas, muchas, muchas comedias ligeras y simples, pero eso no es único de España. Comedias ligeras y también llamadas “tontas” las tienen en Estados Unidos, Francia, Argentina, Inglaterra, China y un larguísimo etcétera.

Entonces, si el cine español habla de sus heridas y hace comedias tontas, como el resto de países, ¿por qué nos cebamos tanto en criticar el español? En primer lugar, por vergüenza. Una persona se avergüenza de sus manías o de mostrar sus zonas blandas, igual que un país se avergüenza de sus películas malas o de las que muestran sus flaquezas. No nos gusta mirarnos al espejo, y eso no se ciñe solo a los españoles. Y en segundo lugar, porque en muchas ocasiones nos cerramos las puertas a ver un cine español distinto por prejuicios, porque “no es Hollywood”. Así que, como madurar no es solo cosa de las frutas, vamos a comenzar a enumerar las virtudes de este cine que tanto nos caracteriza mediante sus nombres. Y vamos a valorarlo como lo que es: amplio y de esencia cambiante.

Fotograma de Volver (Pedro Almodóvar, 2006).

Bien se podría decir que el máximo exponente actualmente del cine español es Pedro Almodóvar. Es el director con más impacto internacional de nuestra industria. Sus películas han recorrido el mundo despertando pasiones allá por donde ha pasado. Películas como Todo sobre mi madre (1999), Volver (2006), La piel que habito (2011) o Dolor y gloria (2019) son reconocidas en el panorama internacional como películas extraordinarias. Además, no solo definen el cine de su director con un estilo marcado y personal, sino que también define mucho la esencia española: costumbrismo estético y tragicomedia constante.

También tenemos directores trabajando en el extranjero directamente, en coproducciones españolas e internacionales. Entre ellos destacan Juan Antonio Bayona (Lo imposible, 2012; Un monstruo viene a verme, 2016), Isabel Coixet (Mi vida sin mí, 2003; La vida secreta de las palabras, 2005), Rodrigo Cortés (Buried, 2010; Luces rojas, 2012) o Nacho Vigalondo (Open Windows, 2014; Colossal, 2016). Sin hablar de que tenemos al menos tres reconocidos grandes maestros del cine en nuestra historia: Luis Buñuel (Los olvidados, 1950; Viridiana, 1961), Paul Naschy (Inquisición, 1976; El retorno del hombre lobo, 1980) y Chicho Ibáñez Serrador (La residencia, 1969; ¿Quién puede matar a un niño?, 1976). Cada uno en su nicho, por supuesto. Buñuel con el surrealismo, Naschy con el subgénero del fantaterror y Chicho por volverse un hito del cine tan solo con dos películas de terror.

De izquierda a derecha: Juan Carlos Fresnadillo, José Antonio Bayona, Rodrigo Cortés, Álex De La Iglesia, Alejandro Amenábar, Jaume Balagueró, Nacho Vigalondo y Paco Plaza, tras entregar el Goya de Honor a Chicho Ibáñez Serrador en 2019.

Todos ellos muestran la capacidad del cine español de salirse de su zona de confort y ofrecer historias distintas y profundas. Sin salir del terror, antes de pasar a otros géneros, actualmente tenemos a Paco Plaza (REC, 2007; La abuela, 2022) como uno de los máximos defensores del género, junto a Jaume Balagueró (REC, 2007; Mientras duermes, 2011). Y al grandísimo Álex de la Iglesia (El día de la bestia, 1995; Balada triste de trompeta, 2010) con un estilo reconocible en todo el mundo, siendo una de las figuras más importantes apostando siempre por el género del fantástico y del terror en este país, e imprimiendo cierto humor muy propio en sus cintas. Y hablando de humor, hay comedias fantásticas y para todos los gustos en el cine español. José Luis Cuerda (Amanece que no es poco, 1989; Tiempo después, 2018), Javier Fesser (El milagro de P. Tinto, 1998) o Fernando León de Aranoa (El buen patrón, 2021) son algunos de los nombres de la comedia española.

Pero si hablamos de comedias extraordinarias, se debe hablar de Luis García Berlanga, el maestro. Filmes como Plácido (1961), Bienvenido, Míster Marshall (1953) o El verdugo (1963), entre muchos otros, son ahora el reflejo de la España más dividida y miserable de nuestra historia desde el franquismo. Y no solo en comedia se ha destacado el cine de este país, también en dramas, dramas muy íntimos y tratados desde puntos de vista muy distintos. Dramas sociales, políticos, emocionales… José Luis Garci (Volver a empezar, 1983; El abuelo, 1998) es un pilar fundamental de nuestro cine, por supuesto. Pero también están Icíar Bollaín (Te doy mis ojos, 2003; También la lluvia, 2010), Paula Ortiz (De tu ventana a la mía, 2011; La novia, 2015), Alejandro Amenábar (Tesis, 1996; Mientras dure la guerra, 2019) o Rodrigo Sorogoyen (El Reino, 2018; Madre, 2019).

De izquierda a derecha: Luis Buñuel, Luis García Berlanga, José Luis Garci, Chicho Ibáñez Serrador, Pilar Miró, Paula Ortiz, Icíar Bollaín y José Luis Cuerda.

En España no ha habido un palo sin tocar, se ha hecho hasta animación. Peliculones como Buñuel en el laberinto de las tortugas (Salvador Simó Busom, 2018), Psiconautas, los niños olvidados (Alberto Vázquez y Pedro Rivero, 2015) y Klaus (Sergio Pablos, 2019) lo demuestran. Y, de hecho, por no continuar así, ya que se haría eterno el artículo porque faltaría hablar de actrices, actores, músicos y guionistas, paso a hacer una lista de directores y directoras españoles que no han sido mencionados aún y cuyo trabajo es de obligatorio visionado, por extenso o corto que sea:

-Fernando Fernán Gómez (El extraño viaje, 1964; El mundo sigue, 1965)

-Juan Antonio Bardem (Muerte de un ciclista, 1955; Calle Mayor, 1956)

-Pilar Miró (El crimen de cuenca, 1980; Gary Cooper que estás en los cielos…, 1981)

-Eloy de la Iglesia (El diputado, 1978; Navajeros, 1980; Otra vuelta de tuerca, 1985)

-Carlos Saura (Deprisa, deprisa, 1981; Ay, Carmela, 1990)

-Víctor Erice (El espíritu de la colmena, 1973; El sur, 1983)

-Fernando Trueba (Ópera prima, 1980; Chico y Rita, 2010)

-Agustín Díaz Yanes (Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto, 1995; Alatriste, 2005)

-Carla Simón (Verano 1993, 2017)

-María Ripoll (Lluvia en los zapatos, 1998; Ahora o nunca, 2015)

-Pilar Palomero (Las niñas, 2020)

-Daniel Monzón (Celda 211, 2009)

-Bigas Luna (Caniche, 1979; Jamón, jamón, 1992)

-Ainhoa Rodríguez (Destello bravío, 2021)

-Agustí Villaronga (Tras el cristal, 1986; Pa negre, 2010)

-Arantxa Echevarría (Carmen y Lola, 2018)

-Paco Cabezas (Carne de neón, 2010; Adiós, 2019)

-Carlos Vermut (Magical Girl, 2014; Quién te cantará, 2018)

-Clara Roquet (Libertad, 2021)

-Iván Zulueta (Arrebato, 1979)

-Galder Gaztelu-Urrutia (El hoyo, 2019)

-Carlota Pereda (Cerdita, 2022)

-Leticia Dolera (Requisitos para ser una persona normal, 2015)

-Aritz Moreno (Ventajas de viajar en tren, 2019)

De izquierda a derecha: Fernando Fernán Gómez, Eloy de la Iglesia, Carla Simón, Carlos Saura, Paco Cabezas, Leticia Dolera, Iván Zulueta y Pilar Palomero.

Por lo tanto, ¿qué se puede sacar en claro de todo este recorrido? Lo primero, que la persona aquella no tiene razón, que el cine español no es basura, aunque tiene la libertad de opinar que sí y de opinar mal, por supuesto. Y lo segundo, que ese sentimiento de rechazo hacia el cine español se puede superar ampliando los horizontes, rebuscando en el cajón (que es amplio un rato) y disfrutando. Dejándonos hacer por los maestros y los nuevos talentos. Dándole la oportunidad al cine español de sorprendernos y enamorarnos. Yendo al cine.

Lista de Letterboxd con todos los títulos mencionados en este artículo creada por Diego Simón.

4 comentarios en ““El cine español es basura”

  1. El cine español se ha vuelto insoportable debido un adoctrinamiento constante por parte de la izquierda buenista y progresista. La unica manera de que el cine español alcanze su madurez es quitarle las SUBVENCIONES y que la calidad y el buen trabajo hable y se muestre. Lo que no puede ser es que actores, directores mediocres adheridos al regimen fascista de izquierda sean los unicos que trabajen, siempre que el guion les venga bien al progresismo enfermizo, la verdad es que siento verguenza ajena al ver la manipulacion a la que nos someten. ¿Cine Español? …. ni gratis.

  2. El mejor documental del cine español ?
    EL AUTOCRATA
    a ver si teneis coraje de publicar esta respuesta, sin que sea sensurada ni ocultada.
    saludos a los que todavia tienen el coraje de hacer buenas peliculas y documentales sin que sean subvencionados con el dinero de todos.
    saludos

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Perfiles en Redes Sociales