20 películas que no te puedes perder de la 55 edición del Sitges Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya — Sin spoilers
Para ampliar: Resumen del Festival de Sitges, tron
Películas que no salen en la lista
Antes de comenzar, he de decir que no he visto películas como la ganadora Sisu (Jalmari Helander), las galardonadas Nightsiren (Tereza Nvotová) y Something in the Dirt (Aaron Moorhead & Justin Benson), o la otra cinta presentada por el premiado Quentin Dupieux Incroyable mais vrai. Tampoco algunas de las más sonadas como Oink (Mascha Halberstad), Piove (Paolo Strippoli), Tropique (Edouard Salier) o Alienoid (Choi Dong-hoon).
Aun así, estaría bien apuntarse estos títulos porque si han llamado la atención será por algo. Tampoco aparecerán grandes películas como Viejos (Raúl Cerezo y Fernando González Gómez), Brian and Charles (Jim Archer), We Might As Well Be Dead (Natalia Sinelnikova) o La piedad (Eduardo Casanova) porque, a pesar de ser cintas muy buenas, no creo que sean lo mejor de Sitges este año. Por supuesto, está de más decir que es un ranking y unas opiniones puramente personales, sin intención de sentar cátedra.
Las joyas imprescindibles del Sitges 2022
De los 40 largometrajes de ficción, tres documentales, siete cortometrajes, nueve cortometrajes de animación y cuatro episodios de una serie que quien escribe ha visto en Sitges 2022, las 20 películas que nadie se debe perder porque son, para mí, las mejores del festival son las siguientes:
20. Christmas Bloody Christmas (Joe Begos; USA)
Hilarante versión slasher de Terminator muy navideña. La estética ochentera, granulada y neón que el director Joe Begos (Bliss, 2019) usa para la película enfatiza su condición camorrista y paródica. El ritmo es frenético, desde los diálogos profundos sobre música y cine hasta el montaje en secuencias de muertes y explosiones. Es sexo, drogas y rock’n’roll literalmente. Una macarrada brutal, directa a ser un clásico navideño.
19. La exorcista (Adrián García Bogliano; MEX)
El director hispano-argentino Adrián García Bogliano (Ahí va el diablo, 2012) sorprende con una película que significa un enorme salto de calidad en su cine. Habrá quien la odie y habrá quien la ame, lo que no se puede negar es que es entretenida y que impacta. Los errores que pueda tener palidecen ante la grandísima dirección de Adrián, que pone sobre la mesa su estupendo manejo de la cámara a la hora de hacer terror. Además, la protagonista María Evoli está fantástica como monja exorcista, con momentos epiquísimos, sumados a un más que aterrador uso de los VFX.
18. King on Screen (Daphné Baiwir; FRA, USA, BEL)
Entrañable homenaje que sirve como reverencia ante el maestro Stephen King. La visión de la directora sobre las novelas adaptadas al cine, poniendo el foco y entrevistando a los directores de dichas adaptaciones, está llena de amor y respeto. El documental respira pasión por la obra de King y por el arte de la adaptación cinematográfica, a veces tan repudiado. Además, incluye una especie de cortometraje para comenzar y finalizar el documental que es magnífico, bien rodado y lleno de easter eggs de la obra de King y sus adaptaciones. A los fans del escritor les encantará.
17. Venus (Jaume Balagueró; ESP)
Esta segunda entrega bajo el sello The Fear Collection es explosiva y altamente entretenida. La mejor película de Balagueró desde Mientras duermes (2011). Hará que el gran público se reconcilie con su cine. Empieza como un thriller de drogas y mafias y acaba siendo una locura satánico-planetaria, que interesa por ser exagerada. Con reminiscencias de cintas como Musa (Balagueró, 2017) o Las brujas de Zugarramurdi (Álex de la Iglesia, 2013) y con una Ester Expósito que no está nada mal como heroína de acción y scream queen. Sustos, epicidad y gore, qué más se le puede pedir.
16. Speak No Evil (Christian Tafdrup; DNK)
Una de las películas que más polémica ha generado este año en el festival. La nueva cinta del danés Christian Tafdrup (Parents, 2016) pretende ser una de las películas más desagradables del cine danés, según él. Aunque no creo que lo consiga, logra otras muchas cosas. Una historia bastante corriente que se enturbia poco a poco, con una puesta en escena interesante y una música buenísima. Y llega a un punto de sordidez muy alto en su rascar continuo en el lado oscuro del ser humano; con una violencia que peca de gratuita y vacía en ocasiones. Lo que sí que se puede decir de ella con seguridad es que inquieta, incomoda y desmorona.
15. Irati (Paul Urkijo; ESP)
El director de la grandísima Herrementari (2017) vuelve con una historia menos loca, más seria y, sobre todo, con muchísima más calidad. Personalmente, entro más en la anterior película, pero Irati es la demostración de que, si se quiere, en España se pueden hacer filmes al nivel de las grandes producciones hollywoodienses. Una puesta en escena preciosista y un lenguaje visual cuidado al milímetro. Entretiene y arrebata. Urkijo debería ser ya uno de los grandes nombres del cine europeo.
14. Project Wolf Hunting (Kim Hong-sun; KOR)
El dispar director, ya reputado en materia de acción, que ahora anda trabajando también en La casa de papel: Corea (2022), trajo a Sitges una de las cintas más bestias y locas del festival. Ofrece una barroca, excéntrica y brutal sangría fílmica donde se mezclan la acción, los experimentos fallidos, los motines de criminales, el gore más hardcore y las venganzas más crueles. Con facilidad para el giro de guion, poco amor por sus personajes, recreación en la visceralidad y mucho cambio de antagonista, Project Wolf Hunting es divertidísima. Una de las más aplaudidas por el público recurrente.
13. Huesera (Michelle Garza; MEX, PER)
En la línea de muchas —realmente muchas— cintas que este año han abordado el tema de la maternidad y han usado el cliché de mujer en peligro que todo el mundo toma por loca, una de las destacadas es, sin duda, Huesera. Que indaga de manera más profunda en temas como la tradición, los rituales, las supersticiones y el miedo. Con una protagonista maravillosa, que realmente uno puede dudar que quiera ser madre. Una película con varias capas, que funciona a pesar de su ritmo más tranquilo, y que tiene momentos realmente buenos de terror, tensión y rabia. Garza es una directora a la que, desde ya, hay que seguirle la pista.
12. Sissy (Hannah Barlow y Kane Senes; USA)
Una de las grandes sorpresas del festival, ganadora del premio del público Midnight X-treme. Kane Senes y Hannah Barlow —quien también actúa— entregan un filme cañero y abrumador, donde todos los personajes son odiables y cuyas muertes son del todo satisfactorias. Un cóctel delicioso que mezcla la incomodidad, lo chic y el gore. Muy disfrutona, no solo cuando marca un tono más realista, sino también cuando se le va genuinamente la olla y hace alarde de momentos muy bestias.
11. Deadstream (Joseph Winter y Vanessa Winter; USA)
Si hablamos de películas cañeras y divertidas, la que se lleva la corona es Deadstream. El matrimonio Winter —que también han presentado un segmento en V/H/S/99 (vv.dd)— pone ante el público su ópera prima que es un lisérgico viaje IRL —In Real Life, un formato de contenido en streaming— de un gilipollas a una casa maldita. Visualmente parece un videojuego en el que todos sus elementos funcionan en la comedia y en el terror a muchos niveles. Destacar que el maquillaje y los efectos especiales se acercan al estilo Troma, y que Joseph Winter —que protagoniza la cinta— está graciosísimo. La mejor película de terror found footage desde Murder Death Koreatown (2020).
10. A Man of Reason (Jeong Woo-seong; KOR)
Jeong Woo-seong destaca como director y protagonista de este explosivo filme —nunca mejor dicho— sobre mafias, búsquedas y venganzas. Cuenta una historia que, si bien es convencional, se acerca a una leyenda urbana que pasa de boca en boca. Más que cocinarse a fuego lento, se toma su tiempo para dar la cocción perfecta entre acción, drama y comedia. Con una puesta en escena y un manejo de la cámara estupendos, además de unas interpretaciones tan histriónicas como comedidas. Una historia de redención que no conmueve, pero sí convence.
9. Lynch/Oz (Alexandre O. Philippe; USA)
El famosísimo documentalista Alexandre O. Philippe (The People vs. George Lucas, 2010; 78/52. La escena que cambió el cine, 2017) vuelve a la carga con un excelente trabajo sobre la influencia de El mago de Oz (Fleming, 1939) en el cine de David Lynch (Mulholland Drive, 2001; Corazón salvaje, 1990). A la vez que hace un interesante recorrido por el cine hollywoodiense marcado por la misma cinta y da un repaso a las ideas y claroscuros del “sueño americano”. El resultado es largo, pero inmejorable. Deja ver a El mago de Oz como un lenguaje y lugar común que usa Lynch para entenderse con el espectador y rebuscar en la dualidad del ser humano. Un documental extraordinario que envuelve al público en las cortinas del mago y de Lynch.
8. Cerdita (Carlota Pereda; ESP)
Del buenísimo cortometraje homónimo nace esta película en la que la directora ofrece una especie de slasher rural muy español como alegato contra el acoso, el bullying y las amistades tóxicas. Los primeros minutos, que son literalmente el corto, son quizá lo que menos me interesa, pues no siento que se maneje la tensión al mismo nivel que en él. No obstante, lo nuevo que hay a partir de ahí es genial. Una película sencilla, muy divertida y con actuaciones magníficas como la de Carmen Machi o Laura Galán. Tanto los momentos cómicos como los más violentos funcionan igual de bien y hacen gala de la misma intensidad. A Pereda no le tiembla el pulso a la hora de ser vasta, realista o descarnada. Hay que estar atento a lo que tenga que ofrecer esta directora de aquí en adelante porque puede ser muy grande.
7. Resurrection (Andrew Semans; USA)
Otra de las grandes sorpresas del festival. Lo que parece en un primer momento un drama maternofilial, se convierte pronto en un thriller psicológico muy chungo y acaba siendo una fiesta de ciencia ficción sangrienta y apabullante. Estamos frente a la mejor interpretación de Rebecca Hall, cuyo arco de personaje es excelente. El empleo de la tensión durante todo el metraje es brillantísimo, y como muestra está la presentación del personaje de Tim Roth, que sin conocerlo da pavor solo con verle la nuca. Es una verdadera locura. Las interpretaciones, la composición de plano, las decisiones de guion, la música… En conjunto, todo crea una amalgama de sensaciones que traspasan lo visual y estalla dejando al espectador impactado y desolado.
6. Pearl (Ti West; USA)
Junto a X (2022), Pearl es cumbre del cine de Ti West. Perturba hasta la médula. A pesar de un guion previsible, el pulso narrativo del director deja ver una pasión por el personaje de Pearl y su historia que va más allá de lo anecdótico. Profundiza en unos días concretos de la vida de su personaje y lo lleva al límite. Bueno, y Mia Goth —coguionista de la cinta— está sensacional como la protagonista, cargando con el peso dramático de la cinta con una fuerza y una entereza absolutamente acojonantes.
5. Jerk (Gisèle Vienne; FRA)
Un experimento teatral que sale bien. Sin más elementos que un hombre sentado en un escenario con sus marionetas y su voz, consigue ser la película más perturbadora, grotesca y desagradable del festival, y probablemente de los últimos cinco años. Apuesta por la inquietud sin mostrar nada de nada, todo hablado. Obliga al espectador a imaginar los escenarios reales más inquietantes y horrorosos provocados por la maldad del ser humano. Y todo en un plano secuencia increíble e inteligentísimo. Mención especial al protagonista, el cómico Jonathan Capdevielle, porque lo que hace es de otro planeta.
4. Mantícora (Carlos Vermut; ESP)
Continuando con la senda de la sordidez, Carlos Vermut vuelve con una cinta que también se hunde en el lado oscuro del ser humano para rebuscar en sus profundidades y mostrar su dualidad. Demostrando que la parte oscura del hombre acaba por contagiar a la parte bondadosa. Con pocos elementos, Vermut dibuja un monstruo que es consciente de serlo y quiere dejar de serlo. Nos hace darle la mano y acompañarlo en un viaje que transita los senderos más tiernos y los más escabrosos de su mente y sus acciones. Resolutivo con la cámara y con una puesta en escena magistral, el director madrileño de nuevo hace gala de una caligrafía cinematográfica tan concisa como inteligente. Nacho Sánchez y Zoe Stein están inmejorables.
3. Fumer fait tousser (Quentin Dupieux; FRA)
El irreverente realizador francés Quentin Dupieux (Réalité, 2014; Le Daim, 2019) nos entrega una cinta de superhéroes distinta e ingeniosa. Una comedia única. Es absurda en su totalidad, pero sin dejar de ser desternillante. Exagera e hipertrofia la realidad de lo que vemos para estrecharnos la mano y decirnos al oído que sabe que no es lo que esperábamos, pero sí lo que necesitábamos. Las actuaciones son de aplauso largo y en pie, y los diálogos son el tesoro del metraje, el ingrediente secreto que le da un sabor exquisito. Con todo eso, son los superhéroes más realistas del cine.
2. Unicorn Wars (Alberto Vázquez; ESP)
Alberto Vázquez (Psiconautas, 2015) se corona, otra vez, como un estupendo contador de fábulas. En esta ocasión, construye un magistral drama bélico sin miedo ni vergüenza por ensuciarse las manos. Sin que le tiemble el pulso para ser obsceno, provocador, adorable y violento. Estamos frente al Apocalypse Now de la animación española. Del todo cruel y despiadada. Una película imperdible que sirve como reflexión y búsqueda de respuestas ante los dilemas morales de la guerra, las religiones y el odio. Nadie, absolutamente nadie, quedará indiferente. Nadie saldrá igual que entró de esta cinta, tanto jóvenes como adultos. Es una obra hecha para agitar cabezas y despertar.
1. Ego (Hanna Bergholm; FIN) y As Bestas (Rodrigo Sorogoyen; ESP, FRA)
En Ego la directora nos trae una historia donde la importancia está en el vínculo maternofilial, pero no como otras veces hemos visto. Viene de una larga carrera en el cortometraje y se nota a la hora de condensar de manera muy sencilla los momentos más únicos de la cinta, encapsulados en escenas que no se borrarán de las retinas de los espectadores. Es un extraordinario cuento de terror sobre las relaciones madre-hija, la adolescencia, la familia y la gestión de la frustración y la infelicidad. Ágil, profunda, hermosa, terrorífica y, por encima de todo, inolvidable.
En As Bestas vuelve un Rodrigo Sorogoyen que es, a partes iguales, artista y obrero. Apretando los tornillos con la fuerza necesaria para construir una máquina dramática y poética que resulta ser fulminante. El hermosísimo naturalismo y crudo realismo de la puesta en escena conjugan a la perfección con las sensacionales actuaciones de Denis Ménochet, Luis Zahera y Marina Foïs. La tensión remueve las tripas de quien presencia con ojo asombrado una de las mejores películas del cine español del año. Uno acabará la película casi sin aire en los pulmones y el corazón hecho papilla.
Cortometrajes que vale la pena apuntarse
Cortos de ficción
- El umbral (Javier Lorenzo; ESP). Mery y Óscar son una pareja que una mañana se encuentra un vagabundo en el rellano de su céntrico piso de Madrid. Mientras debaten qué hacer, el vagabundo conseguirá entrar en su hogar.
- Psicario (Daniel Padró; ESP). Un criminal fuerza la entrada de la casa de una mujer. Tras dejarla inconsciente, procede a manipular sus recuerdos. En las profundidades de su mente, descubre una verdad.
- Gnomes (Ruwan Suresh Heggleman; NLD). Sin darse cuenta, una chica se adentra en el hábitat de una tribu de gnomos asesinos durante su carrera diaria. Atraída por misteriosas setas brillantes, pronto deseará no haberse salido de su ruta habitual.
- La nueva (Iván Villamel; ESP). María es una nueva profesora que llega a un colegio religioso. En su primer día, tendrá que dar clase a un grupo de adolescentes rebeldes que forman parte de un aula de castigo. Un suceso inesperado convertirá el aula en un auténtico infierno.
Cortos animados
- Écorchée (Joachim Hérissé; FRA). En un viejo edificio perdido en medio de los pantanos viven dos extrañas mujeres, unidas por una pierna. Por la noche, la Desollada tiene sueños aterradores. Una historia malsana y cruel sobre cómo a veces uno se empeña en hacer realidad sus peores pesadillas.
- Amok (Balázs Turai; HUN). Después de perder a su prometida y su buena apariencia en un extraño accidente, Clyde debe enfrentarse a su demonio interior.
- Lucky Man (Claude Luyet; CHE). Un hombre juega… y gana. La euforia se desata, pero, como suele ocurrir en el mundo del juego, el ganador no es siempre quien lo parece. Una comedia negra con irónico twist final, en la línea de los cómics de Thomas Ott, que aquí ejerce de guionista.
- The Past (Hamid Mohammadi; IRN). Teherán 1950. Un escritor que tiempo atrás fue interrogado, acosado y amenazado por los funcionarios de su gobierno vive en un estado de terror constante. Un cortometraje de poderosa imaginería sobre el uso político del miedo.