Con el nacimiento del doblaje en los años 30, surgió un debate prácticamente tan antiguo como el cine sonoro

El tema a tratar hoy está a la orden del día en cuanto se empieza a hablar de cine en cualquier grupo de personas. Siempre está esa persona que, con aires de superioridad (consciente o inconscientemente, que no he venido a meterme con nadie), suelta el ya tópico “pues la película/serie es mejor en versión original”. Si no puedes identificarla, seguramente seas tú. Y es que se trata de una discusión tan antigua como el cine sonoro. En cuanto el cine incorporó sonido a finales de los años 20 e inicios de los años 30, empezó a aparecer el doblaje para aquellos países que no hablaban el idioma original del filme, habitualmente el inglés por la eclosión (o imperialismo) de Hollywood.

Así pues, lo que en principio fue creado para acercar las grandes producciones de la época a países que no compartían la lengua, se ha convertido en la mayor y más antigua discusión del mundo cinematográfico (con permiso de los debates de cuál es la mejor película de la historia o el mejor director).

Por un lado, si somos especialmente exigentes, podemos estar de acuerdo con aquellos que defienden la obra original a capa y espada, ya que si queremos apreciar cada matiz de la obra original y de los actores, será imprescindible que la veamos en versión original. Además, constituye un mecanismo esencial para el aprendizaje y el perfeccionamiento de un idioma. Pero, por otro lado, históricamente el doblaje ha sido un mecanismo de acercamiento a las grandes masas. En España, durante los años de posguerra, el nivel de analfabetismo estaba por los aires, por lo que las (pocas) películas que llegaban o pasaban por el filtro del doblaje o estaban destinadas a un público muy reducido.

Aun así, hoy en día a la mayoría del público se le hace muy difícil poder comprender la totalidad de la película en un idioma extranjero, lo que les relega a la esclavitud de los subtítulos. Estar toda la película leyendo, además de que hay quien lo considera molesto, nos puede distraer de aquellos pequeños detalles que hacen grande un filme.

¿El doblaje siempre suma en el resultado final?

Además, el doblaje juega un papel fundamental en el acabado de una obra. El doblaje es todo un arte que en muchas ocasiones está infravalorado y no se equipara al rol de los actores que podemos ver en pantalla. Esto es todo un error, ya que el doblaje puede engrandecer el resultado final de una obra o llevarla al traste. Que se lo digan a la adaptación en castellano de El resplandor o a la que realizó Dani Martín como Jack Black en Escuela de rock.

Los actores de doblaje también nos crean un sentimiento de pertenencia de su voz a un personaje a través de un exquisito trabajo. Un ejemplo de ello lo encontramos en la inconfundible voz del gran Constantino Romero y su excelente trabajo como doblador de Darth Vader en la trilogía original de Star Wars, o en la interpretación de la larga carrera cinematográfica de Clint Eastwood. Y, aunque el actor de Darth Vader en la trilogía original, David Prowse, falleció a finales del trágico 2020, para muchos de nosotros lo hizo cuando falleció Constantino Romero en 2013. Otro ejemplo es el trabajo de Pepe Mediavilla poniendo voz a Sir Ian McKellen como Gandalf o como Morgan Freeman, no pudiendo asociar la voz en castellano de este último a ninguna otra persona.

Constantino Romero junto a su gran personaje.
Constantino Romero junto a su gran personaje.

El debate del doblaje, más vivo que nunca

En contraposición, la resistencia al doblaje en las grandes esferas está mas viva que nunca. Así pudimos comprobarlo con la sorpresa cinematográfica de Parásitos en 2019, cuando su director Bong Joon-ho decidió no doblar esta película al inglés obligándonos a ver su obra original en coreano y sorprendiendo con ser la primera película de habla no inglesa en llevarse un Óscar a la mejor película.

Y es que este maravilloso director surcoreano es un declarado activista en contra del doblaje. Prueba de ello fue su discurso en los Globos de Oro al recibir el premio a mejor película de lengua no inglesa: “Una vez que se supera la barrera de los subtítulos, de una pulgada de alto, conocerás muchas otras películas increíbles”.

Para ampliar: La dimensión de los subtítulos

Por lo tanto, el doblaje cuenta con sus ventajas y sus desventajas. Podemos disfrutar de los lados buenos de ambas (lo siento si, al igual que yo, sufristeis los doblajes de El resplandor y Escuela de rock yendo a ver la película inocentemente sin saberlo) mientras esperamos a comprobar cómo evoluciona la corriente de revolucionarios que abogan por un “lenguaje universal del cine” en los próximos años.

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